➴「Capítulo 1」

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— ¡Oh sí! Ah... que bien te mueves bebé.— Gruñí tomando uno de aquellos bombones que tenía por nalga y le di un apretón suficientemente fuerte como para dejar la marca de mis dedos.

— ¡A-ah~! YoonJi~ — El rubio chilló dando unos sentones más profundos hasta que quedó sin fuerza, aprovechando la oportunidad de tomar su cintura y cambiar posiciones. 

Mordí su cuello marcándolo como de mi propiedad una vez que estuvo debajo de mi y comencé unas embestidas frenéticas contra el delicado cuerpo de mi mejor amigo, quien no hizo más que retorcerse y gemir mi nombre a los gritos. 

— ¿Te gusta el pene de mami?— Cuestioné en un susurro mientras devoraba sus labios con la mirada. Sus cabellos dorados saltaban cada que nuestros cuerpos chocaban con fuerza, sus labios entreabiertos y húmedos, y sus hermosas y regordetas mejillas carmesí; le daban una apariencia jodidamente inocente, y es que cada que volvía a ver sus expresiones me daban ganas de seguir ronda tras ronda follando su culo sin piedad.

— S-sí~ ¡Ahng! — Sus manitas se aferraron a mis hombros en cuanto encontré el punto que le hacía vociferar entre mis brazos. 

— Jiminie, bebé... dilo.— Demandante tomé sus muslos para poder mover mis caderas con comodidad. Su espalda se arqueo y tuvo que aferrarse a la sábana.

— M...Mommy Yoo-—

   • • •


Exaltada me senté en la cama y abrí mis ojos en la oscuridad de la habitación, respiraba agitada y todo mi pijama estaba húmedo en sudor, bueno, no era lo único que gritaba alerta de húmedad. 

— Ah... carajo.— Con ambas manos frotaba mi rostro cayendo en cuenta que nuevamente había tenido sueños húmedos con mi mejor amigo, y no me culpaba, eso era como un efecto secundario de todo aquel que viera su culo.

   • • •


Min YoonJi es una chica común y corriente de 18 años, claro, común y corriente porque al igual que cualquier chica tiene una vagina y dos intentos de pechos que pueden ser categorizados como llanuras; porque fuera de eso nada es común o normal en ella.

Siempre fue una pene de goma sociable, ¿y a qué me refiero con esto?, a que nunca faltaba el "¿quieres que te muestre mis artículos de colección?" y tras eso abría su armario lleno de penes de gomas de todos los tamaños, colores y formas; sumando que toda chica del instituto había sufrido algún acoso o toqueteo de su parte, y absolutamente comprobado que al menos la mitad de ellas habían pasado por su cama y por su "gran pene de goma".

Pero sus logros y gustos no se resumen solo a vaginas, ¡por supuesto que no!, YoonJi también gozaba de follarse a todo hombre que gustase de ser desculado.


"No soy puta, solo tengo mucho amor que dar."

Y por otro lado...

"Doy clase de putería los jueves, no cobro, mi pene de goma sí."


Después estaba Park JiMin, esa rubia culona que había sido amigo de YoonJi desde jardinera, cuando apenas tenían cinco y siete años, sí, YoonJi era dos años mayor motivo por el cual tuvo que acosar a todos sus compañeros durante dos años, consiguiendo reprobar para quedar al mismo nivel de curso que su pasiva de dorados cabellos; un "gran esfuerzo" de parte de ella.

Ese niño siempre fue la debilidad de la pálida-niña-iceberg-viviente, y si bien ninguno sentía nada por el otro más que un amor de "hermanos", la tensión sexual por parte de YoonJi siempre estuvo presente.
Quizás si él no fuera tan aceite extra virgen, ésta tensión entre su trasero y el pene de goma de YoonJi no existiría. 

Y volviendo a sus gustos extraños, su armario estaba repleto de ropa masculina y el negro abundaba; las paredes adornadas con posters de estrellas del Hip-Hop y algún que otro de mujeres estilo Nicki Minaj enseñando sus posteriores. 
Al igual que toda ella gritaba masculinidad, su habitación se adaptaba a la imagen de chico adolescente. Revistas porno por doquier, ropa en el suelo, su pelota de basquetbol, su amado teclado y su pc; que por cierto estaba sin funcionar a causa de un puto virus que cogió al descargar porno, por lo que su frustración sexual era desmesurada a estas alturas. 

Hace tan solo dos días había terminado con una de sus novias, o bueno, eso era lo que la morocha decía; por ese motivo amaba a las rubias descerebradas, porque podía tirárselas siempre que quisiera y no saldrían con las pendejadas de que son "novias", a fin de cuenta no les conviene para el negocio de la putería, aquí habla la experta.

YoonJi siempre trató a JiMin como a un bebé, pero éste ya esta llegando a la edad de demostrarle a su amiga que no es un adolescente virgen-precoz.

Y el destino, o mejor dicho el culo de JiMin, pondrá a prueba la resistencia de la atracción sexual que YoonJi tiene por los buenos traseros.

  ❝— Algún día me dirás Mommy YoonJi.— 

  — Ni en tu sueños, Noona.—❞ 

my mommy yoonji  :  yoonmin.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon