Capítulo 17: Pruebas.

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|Slipknot - Vermilion Pt. 2|


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MELANIE

—¡Vamos chicos! —alentó Marcus aplaudiendo.

Los ejercicios que ponía no nos dejaban ni respirar, y es que no estábamos acostumbrados a ello. Aparte de estar levantando rocas, lanzarlas y volver a ello con forma repetitiva, tocar cada línea que Marcus plasmó en la tierra. Realmente me estaba matando.

El hormigueo en mis piernas se elevó al máximo, el ardor y el sudor me quemaban el cuerpo, aparte de que sentía que apestaba a vaca, claro, así como Moly.

Habíamos conseguido un poco de pan antes de venir, gracias a ello pudimos entrenar algo.

—Descansen —anunció Marcus, ya sin aliento.

Todos se dejaron caer cuan piezas de dominó, mientras Katherine nos miraba desde la entrada de la cabaña, estaba dolorida por su trabajo de anoche. El olor al parecer no solo lo tenía yo, sino que, todos a mí alrededor.

—Si tu entrenamiento funciona, espero seguir viva para cruzar las fases —Bromeó Beth, quitando su cabello pegado en su cuello, a causa del sudor.

—Solo es cuestión de acostumbrarse —contestó Antuan, que parecía un poco menos alterado que nosotros.

Beth se hizo un chongo, con ayuda de Marcus. Desvié mi vista a otro lado, el sitio parecía verse más grande hoy, pero solo era la ausencia de hojas en los árboles.

—¿Quieres un poco de agua? —ofreció James, estirando su botellón a mi lado.

—Gracias —Bebí con fuerza por lo seca que tenía la garganta. Lamenté que el agua estuviese tibia y no fría, ya que no hacía un gran trabajo en mi boca. Le devolví el botellón con una sonrisa, limpiando el agua de mi barbilla con el dorso de mi mano.

—De acuerdo, de nuevo —ordenó Marcus, haciendo marchas al entrenamiento.

Mi pereza no me ayudaba en nada, ya no quería correr, ni hacer sentadillas y menos patear nada. Quería dormir, dormir hasta morir.

—Basta Marcus —Me quejé, entre en medio de una voz aguda—. Me muero del cansancio.

Él detuvo su trote, y miró a los demás, percatándose de que no era la única que moría del cansancio. Respiraciones irregulares, y los jadeos se escucharon cuando todos se detuvieron.

—Está bien, vayan a ducharse —Puso los ojos en blanco—, vayan al lago —Señaló la lejanía, por los árboles del bosque.

—P-pero —comenzó Perla, levantando la mano—, mujeres primero, ustedes no tienen que ducharse en donde nosotras lo haremos —replicó de inmediato.

Miré a Beth encogerse de hombros, y a Katherine asentir, ya que se había acercado hace unos minutos.

—Sí, sí. Vayan —apuntó Marcus, moviendo las manos. Caminamos por unas mantas y un trozo de jabón que Katherine trajo, miré a Beth de reojo y me acerqué de a poco.

Siete fases de la muerte |Libro 1, 2, 3 Y 4|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora