Camila cerró sus ojos y respiró profundamente. Creía profundamente que cualquier persona merecía una última oportunidad. El humano se equivoca y tiene sentimientos como cualquiera, como una persona con desepciones, rota y feliz. Todos sentimientos de la misma manera, qué, alguna vez supimos que era reír y llorar. Camila sabía que, aunque la hizo sufrir, merecía su última oportunidad.
—. Lauren.
—. Perdóname, Camila.
— No tienes que pedir perdón.
Hubo un ligero silencio. Lauren sacó una sonrisa y Camila se la devolvió.
— ¿Entonces...Todo está bien entre nosotras?
—Sí.
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actualizaré en una hora.
Espero que les guste.
Buenas noches.