31.Cass y la casa del árbol.

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"Más estúpida que tú no se puede."

― ¿Ah no?

—No. ― habló cautelosamente mientras quitaba su mano de mi agarre ― Dime algo, ¿te sientes bien?

—Claro, ¿por qué no lo estaría? ― respondí con una risita nerviosa.

—Estas muy pálida.

¡Carajo! Lo que uno tiene que hacer por sus hermanos.

"Esto le saldrá muy caro a la rubia."

—Estoy pálida... porque...

― ¡Porque está emocionada! — me ayudó James mientras se llevaba los manos a su cabeza aparentando emoción.

"Hasta ahora se dignó hablar."

¿La emoción? ― preguntó Tessa confusa por nuestras actitudes.

― ¡Sí! ― contesté —Estoy muy emocionada por este trabajo que estamos haciendo y si me permites tengo que terminarlo. ― tomé la mano de James dispuesta a llevarnos a otro lado, pero la voz de Taylor me detuvo — ¿Qué quieres?

—Será mejor que Tessa y yo vayamos con ustedes.

― ¿Para qué?

"Esto ya se puso extraño."

—Para que lo terminen antes y de paso evitar que estén muy cerca.

Lo miré fastidiada, la situación ya me estaba hartando y este no entendía que no lo quería cerca, pero tampoco podía permitir que fuera en la misma dirección que mi rubia hermana.

"¿Y a este que mosco le pico?"

No puede ser el de la idiotez porque eso ya lo tenía desde que nació.

—No gracias, lo podemos terminar sin su ayuda y... ¿Tessa?

―Dime.

—Cuando me refiero a "su" me refiero a mi hermano. Sé que no eres como este, gracias a Dios.

― ¡Oh! No hay problema desde que dijiste "su" supe que estabas hablando de la plaga.

"Me agrada. "

—Si lo que te preocupa es que me haga algo creo que ambos sabemos mis capacidades, además, no dejaré que se me acerque mucho.

"¡Claro! Ahora dices eso, pero cuando estabas encantada con la idea de tenerlo muy cerca y no nos olvidemos del detalle llamado beso."

¡Cállate nadie ha pedido tu opinión!

Taylor iba hablar hasta que las voces que podíamos reconocer en cualquier lado lo hicieron callarse.

—Te dije que no comieras esas palomitas.

—Pero estaban deliciosas.

Chad y Jace.

―Se puede saber, ¿qué demonios hacen aquí?

Los dos individuos se paralizaron al escuchar mi voz.

― ¿A-Alex?

― ¿Que hacen aquí? ― interrogó Taylor.

Los chicos empezaron a balbucear excusas haciéndolos ver tontos.

"Siento que algo nos falta."

― ¿Ustedes qué hacen aquí? —escuché que James preguntó.

Dejé de ver a los retrasados para saber con quién estaba hablando.

"Esta chica ya quiere saber hasta con quién habla el chico."

Nadie Nos Manda #1Where stories live. Discover now