Miradas Asesinas (Primer Libro)

Capitulo 3

—Esto apenas comienza— 

A pasos presurosos me dirijo al avión acomodándome cerca de la ventana
— Sé que  voy a encontrar a esos hijoheputas y les haré pagar de la peor forma— acarició lentamente la cadena que traigo en el cuello —por ustedes, siempre será por ustedes — digo en silencio para luego perderme en una armoniosa melodía que sale de los audífonos que me he puesto.

8 horas después

—¡Maldito vuelo, jamás me agradarán! Lo peor de ellos son el dolor de culo que dejan al despertar  —tal vez exageró, pero la paciencia no es una de mis virtudes y he pasado muchas horas sobre eso.
Mi pelo se ha hecho una maraña y la espalda me duele.

~ de hecho no tengo grandes virtudes aparte de saber como deshacerme de un cuerpo~

Espero mis maletas unos minutos más  hasta que las tengo en mano,  salgo del aeropuerto y tomó el primer taxi que se cruza por mis narices

—Buenas noches joven a dónde la llevo—pregunta el chofer con habitual amabilidad.

~Ni siquiera tengo una idea de dónde esté  mi departamento~

—No conozco a ciencia cierta el lugar, pero me han dado  esta dirección, por favor—  musitó fingiendo vergüenza

—No se preocupe señorita, conozco el lugar  no está muy lejos, prometo llevarla sana y salva— El hombre tiene pinta de ser un buen sujeto y eso me quita un peso de encima, pues llevo solo unos minutos en este lugar y no quiero problemas.
Sin más asiento con una sonrisa que desaparece al voltear el rostro.

El trayecto es silencioso así que me dedico a  apreciar el paisaje,  voy tan sumergida en ello que no siento los minutos hasta que veo el reloj en mi muñeca

—Llegamos, está es la dirección y como lo prometí— alardea con una sonrisa triunfal contagiandomela.
Ahora que lo veo no es tan viejo, su edad rondaría la misma que Áron y esos ojos saltones se ven divertidos.

—Gracias por cumplir tu palabra—  pago sonriéndole y bajó rápidamente con las maletas en mano mirando el edificio, cayendo en cuenta lo extenso y sofisticado que es, lo único bueno es que está justamente en el centro.

—Muy concurrido para mi gusto, pero creo que es algo necesario—
Suspiro con pesadez encaminadome al enorme lugar que tengo enfrente, el frío comienza a caer y la ropa ligera que porto no es la mejor elección así que voy rápidamente a recepción.

—Disculpe señorita— una  mujer uniformada me sonríe cálidamente desde el otro lado del aparador.

—¿Qué necesita joven?—

— necesito mis llaves, estos son los comprobantes de pago del apartamento que alquilé hace unos días— hablo con monotonía entregando los papeles que me dió Dereck, él suele venir un par de días para arreglar asuntos míos así solo pedí que no usará mi verdadero nombre.

—ojalá no pusiera un estúpido nombre—susurro con molestia

~sabes bien que estas hablando de ese rubio estúpido ~

La chica me mira ceñuda ante mis balbuceos pero lo deja pasar.

—¿Usted es la señorita Donnie Connor? —

~¿Donnie? El jodido imbécil me puso el nombre de su hámster~

Innhaló fuerte y trato de guardar compostura, ya tendré tiempo de golpearlo

—Sí, soy ella—  contesto tajante volteando a un lado.

Realmente es sofisticado este lugar

—Sus llaves señorita Donnie—

—Gracias—

Tomó las maletas y camino al ascensor, marco el piso correspondiente y espero dentro hasta llegar mi nueva "casa"que para mí suerte  es muy hermosa, una sala grande, tres habitaciones con baño incluído, cocina, todo perfectamente amueblado y decorado.

—Esto recompensa el nombre— sonrío dirigiendome a la recámara elegida —Mañana empezará mi venganza— me tiro a la cama con pereza, he pasado todo el día sobre un avión — ahora a dormir—

*5 minutos después...*

"Llamada entrante"

Abro los ojos pesadamente mirando el aparato

~¿pero que cojones pasa? Esto debe ser una mala broma de ese idiota, si no es nada importante le patiaré las bolas~  tomó el teléfono y veo quien es.

#Dereck llamando#

— ¿Qué mierda quieres rubio, acaso no ves la hora?? —digo casi gritando.

—Lo siento bella durmiente, solo llamaba para saber cómo estabas y si  llegaste a tu nueva casa.— debo dejar de ser tan cruel con él

— ya querido, es más estaba casi dormida — bostezo — mañana comienzo mi plan.—

—Eso suena interesante, entonces mejor  te dejo, adiós... Donnie.— profiere antes de colgar rápidamente

—Oye no, ¡espera!  Me las vas a pagar maldito oxigenado—

#Llamada finalizada#

—Estúpido— grito al teléfono y lo lanzo al otro lado de la cama sin tanta fuerza

Respiro profundo para calmarme  y optó por recostarme una segunda vez.

—Mañana me espera un largo día— susurro casi dormida —Más tarde me daré un baño—  sonrió para luego sumergirme en los brazos de Morfeo

"Gracias por leer, tu voto ayuda a la historia"♥️