-Feliz Navidad- le planto un casto beso en la frente.

Ana, parecía inquieta todo el día, quiso ayudarme con los deberes del departamento. Estoy seguro que es su forma de distraerse, por más que le decía que lo dejara, ella continuaba con su labor. Me recuerda a mamá, quien hacia todo por mí.

-Deja eso Ana- le insto por catorceava vez.

-Pero está muy sucio-

-Eres mi invitada. Déjalo-

-Pero Ismael...-

-Si no lo dejas te voy amarrar al sillón.- le digo muy seriamente.

-Pero...- me levanto- está bien- agacha la mirada.

-Sé que buscas distraerte, pero me siento mal ver como ordenas mi apartamento. Además de que hay cosas que no me gustaría que vieras- arqueo una de mis cejas y ella se sonroja- Vamos a ver una película, ¿sí?-

-Está bien- dice ya resignada.

-¿Que te gustaría ver?-

-No sé, lo que tú digas- tomo el control y prendo el aparato.

Rebusco entre los canales y no hay nada interesante, al ser Navidad todo está cerrado por lo que no puedo llevarla al cine o algún restaurante, quiero que se distraiga y que este conmigo.

-¿Cómo va el golpe?-

-Ya no duele-

-Qué bueno, ojala no te deje marca, ese hermoso rostro no se lo merece- la veo de reojo y noto que se ruboriza.

-Ismael...-

-Si-

-Gracias-

-¿Por qué?-

-Por todo, por aceptarme en tu casa, por darme asilo, por... no preguntar-

-No te preocupes, aunque lo último... sigo intrigado-

-Lo sé y lo lamento mucho-

-Solo una cosa- noto que se tensa- no es sobre lo de anoche- se relaja ante mi aclaración.

-Dime-

-¿Por qué la chica del restaurante te llamo "Amatista"?- noto como se vuelve a tensar y evade verme –Ana-

-Es el nombre que uso cuando trabajo, ellas me conocen de esa manera-

-¿En que trabajas?- muerdo mi mejilla ante la pregunta que salió sola

-En un bar-

-¿Qué es lo que haces en ese bar? ¿Eres mesera?-

-¿Ismael?-

-Si-

-En serio no me reconoces- me quedo petrificado

-No- mi mirada refleja duda.

La verdad es que lo he pensado desde que escuche como la llamaron y todo encaja, su repentino escape del antro la vez pasada, sus desvelos, su poca atención a las clases. A demás de que físicamente es igual a ella, solo que los ojos, eso es lo que me ha hecho dudar.

-¿Quieres saberlo de verdad?-

-Créeme que la duda me mata, pero... no quiero presionarte- ella solo sonríe.

-¿No gusta que baile para usted?- dice parada frente a mi.

-Puedes llamarme Ismael-

-No podría, eso implicaría tomarle afecto y eso no es lo que quiere- la forma en que lo dijo , se sienta junto a mi, y sus ojos se nublan.

AMNESIA.  (COMPLETA): SAGA ATRACCIONES PELIGROSASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora