Capítulo 5: Carne y Piedra

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Me separo del Doctor, me le quedo viendo con una sonrisa en mi boca, el Doctor está confundido con mi reacción haciendo sacar una carcajada. Espero que mi idea no se me olvide antes de que empiece a caminar.

– Creo que tengo una idea. Pero primero debemos de asegurarnos de que no haya ángeles llorones cerca.

Empezamos a caminar, hasta llegar a un determinado lugar, en donde había una grieta. Me quedo sorprendida, pues es la misma grieta que vimos en el cuarto de Amy. Escucho la voz de Bob.

– ¿Ese es Bob?- preguntó sorprendida.

– Sí, solo que...- me responde el Doctor.

– ¿Solo que que?- le preguntó molesta.

– Quitaron los sensores de gravitación, así que será un tanto complicado si quieres hacer algo afuera de este lugar. Pero el plan por ahora es llegar a la cabina principal a terminar todo esto.

Sé que tiene razón así que vamos con el padre Octavian. Siento pena por lo que le dije hace algunos minutos, haciendo que el Doctor hablara los dos. El padre Octavian lo toma en buena medida, así que deja algunos de sus soldados.

– Creo que es mala idea separarnos- veo hacia dónde estaba Amy-, pero es la única  opción que todos creemos conveniente.

Todos empiezan hablar, veo que Amy está con los ojos cerrados y me acerco a ella para verla. Necesitaba explicar todo lo que teníamos que hacer y el riesgo en el que estaba.

– Amy- la saludo, esperando a no interrumpir algún pensamiento.

– Abigail- dice con una sonrisa-. ¿Qué es lo que pasa? ¿Qué es lo que sucede?

– Tenemos que separarnos, pero estas protegidos por grandiosos hombres que no te sientas tan sola te dejaremos al cuidado de unos soldados.

– ¿Van a volver?

– Claro que si, Amy.

El Doctor se acerca para dejarle un walkie-talkie. Me separo de ellos, para que puedan hablar. Creo que el Doctor aún sigue viendo a Amy como a una niña pequeña. Fue una niña que espero mucho tiempo para poder viajar con nosotros. Pensándolo bien, hubiera sido genial viajar con una niña, hace mucho que no lo hacemos.

– Muy bien, es hora de seguir caminando- comentó el Doctor.

El padre Octavian, James, Song, el Doctor y yo, continuamos caminando lentamente. El Doctor va caminando en la cabecera para poder buscar señal de las puertas. Tardamos algunos minutos en llegar.

– Parece que hemos llegado- comentó.

Nadie dijo nada. El Doctor rodeo la consola dando vuelta, parece la persona más feliz que jamás haya conocido. El Doctor puso sus pies en la consola. Me siento preocupada por Amy y los soldados que dejamos.

– Tenemos que traer a Amy- le digo al Doctor, porque al parecer está sorprendido con mi comentario.

– ¿Por qué?- pregunta el Doctor.

– Porque es tu acompañante, se supone que el día siguiente que la vimos, se va a casar. ¿No quieres más razones para tenerla sana?

El Doctor se me queda viendo esperando a que le dijera algo más. Me quedo callada, observándolo. Baja sus pies de la consola, le empieza hacer algo con el destornillador sónico.

– Sigue igual como antes- comentó divertido James.

– Él nunca cambiara.

– Abi- me llama el Doctor, yo solo cierro mi puño para evitar que termine en su cara-. Necesito de tu ayuda, sobre tu experiencia con los ángeles llorones.

Doctor Who (V) : Coincidences don't exist [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora