10. Zabdiel De Jesús

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Editado

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Otro día más aquí , mis piernas y manos dolían demasiado. Me remuevo tratando de quitarme la venda de los ojos pero me detengo cuando la puerta de la habitación se abre.

Escucho fuertes pisadas recorriendo la habitación.

-Intentando escapar?.

Me removí con más fuerza, hasta que distingo su sombra justo enfrente de mi.

-N-no me h-hagas daño, p-por favor. - Mi voz salió casi como un susurro.

Aquel hombre dio unos pasos y pude escuchar que soltaba un suspiro.

-Bonita, no te haremos nada. - Susurro.

De alguna manera le creí. Pero ahora estaba metida en muchas problemas debido a creer en las personas.

-S-si es así, déjame salir de aquí.

Mi voz salió rasposa, llevaba horas en ese lugar y no había tenido que hablar con nadie desde que me desperté.

Supuse que ellos ya sabían lo que necesitaban sobre mi y mi familia. Por eso no habían intentado recolectar algún tipo de información.

-Sabes porque estás aquí. - Escuche movimiento a mi lado, por lo que supuse que se había sentado junto a mí.

-M-mi papá pagará todo lo que les debe... E-el tan solo se retraso y-y... - Escuche que la puerta se abrió de golpe.

Nuevamente se escucharon pasos, pero esta vez eran más demandantes.

Un escalofrío me recorrió de pies a cabeza.

-Que haces aquí? Se supone que deberías de estar con Vélez. - Habló el primer chico.

-Su padre no ha respondido, me temo que tenemos que enviar alguna prueba de que en verdad la tenemos.

Escuche como cada vez se acercaba más a mi y acomodo un mechón por detrás de la oreja.

-Con pruebas te refieres... - El segundo chico soltó una risita y lo interrumpió.

-Tienes unas manos muy lindas, bonita. - Me retorcí cuando acarició mis nudillos con la punta de sus dedos. - Lástima que tenemos que cortarla para que tú querido papi, pague lo que nos debe.

-E-el está consiguiendo el dinero, N-no hace falta que...

Sentí un fuerte impacto en mi mejilla, mi cabeza se giro debido al golpe.

-No me gusta que me quieran ver la cara, bonita. Mantén tu linda boquita cerrada, sino quieres que la use para otra cosa.

Sentí asco, si no fuera porque no tenía nada en el estómago en este momento estaría vomitando.

Escuché nuevamente movimiento a mi costado.

-Eres un hijo de pura, Camacho. - Su voz sonaba enojada.

-Por favor, Zabdiel. Ahora la defiendes?

Zabdiel...

-Dijiste que no le pondrías ni un dedo encima y mira como la dejaste.

El segundo hombre "Camacho" rio con sarcasmo.

-Deja tu enamoramiento estúpido con la hija de tu jefe, ella nunca te corresponderá.

Sus pisadas se alejaron, finalmente la puerta de la habitación se cerró.

Dejándome sola con él.

-Mira como te dejó...

Sentí que una superficie suave en mi mejilla, me dolió. Así que hice una mueca.

-Tendré que quitarte la venda para curarte.

Lentamente fue retirando la venda de mis ojos.

Pestañee varias veces para acostumbrarme a la luz, hasta que finalmente los abrí por completo y me encontré con...

-Tú?!?

Grite. No podía ser posible.

-Preciosa baja la voz si se enteran que... - Lo interrumpí

-MI PAPÁ TE BRINDO SU CONFIANZA Y LO TRAICIONASTE!.

Parecía desesperado, pero en este momento estaba muy enfadada.

-_____... - Mencionó con advertencia.

-Eres un hijo de puta, De Jesús!! - De pronto me tomo del brazo y me atrajo hacia él con fuerza. Me removi pero eso hizo que el intensificará su agarre.

-Estoy aquí para ayudarte.

Negué con la cabeza.

-No te creo.

El bufó y se alejo de mi unos centímetros. Pará pasar su mano por su cabeza.

-Tú papá me envió, me exigió que te regresará a salvo y así lo haré.

-E-en verdad??

Él ablando su expresión cuando vio mi estado, se acercó nuevamente.

-Sabes que haría cualquier cosa para protegerte.

Sentí una manada de elefantes en mi estómago cuando acercó sus labios a los míos.

Cerré los ojos esperando el contacto pero lo único que se escucho fue la puerta abriéndose de golpe y un disparo.

Me heche para atrás cuando sentí un ardor recorriendo todo mi abdomen. Solo en cuestión de segundos una mancha roja apareció.

-Te lo advertí mil veces, De Jesús.

-ERES UN MALDITO IMBÉCIL! - Grito con fuerza a punto de levantarse, lo tomé del brazo.

-Z-Zab...

-Shhh... - Acarició mi cabeza con delicadeza. - No hagas esfuerzo, vendrán por ti estoy seguro.

Camacho soltó una risita.

-Que tierno. Pero es malo dar falsas esperanzas. - Tras guardar el arma en su cinturón se giro saliendo de la habitación con una sonrisa de superioridad.

Zabdiel se aferraba a mi, como si fuera lo último que le quedará.

-_____, perdoname. Perdón por arriesgarte así, si hubiera sido más rápido en sacarte de aquí tu...

Negué con la cabeza y sonreí débilmente.

-Siempre me gustaste, Zab.-solté de golpe interrumpiendolo.

Vi una mueca de dolor en su rostro.

-Y tú a mi, _____. - Me abrazo tratando de no lastimarme. - Me gustas como no tienes una jodida idea.

Sonreí, pero de pronto todo comenzó a escucharse lejano.

- NOOOO!.

Después de eso no supe nada más.

Espero que les haya gustado mucho ♡

♡ Gracias por leer ♡


One Shots de CNCO © [En Edición]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum