—Interesante pregunta. Aún no me decido —respondió Liam mientras su novia fruncía el ceño, éste para no dirigirle la mirada a ella, la fijó en el retrovisor y distinguió al mejor amigo de la colorada que lo acompañaba con una ceja elevada. Al verse entre la espada y la pared, decidió romper el tenso silencio en el que sólo se oía la risa de Niall y algo parecido a rap en el radio—. Broma, broma. Vamos cariño, claro que iré contigo.

Acarició su mejilla y luego depositó un dulce beso que la hizo enrojecer.

—¿Y tú Niall?

Interrogó Harry.

—Un buen tazón de palomitas y películas serán mi compañía mañana porque nadie me ha invitado a su baile de graduación.

Informó ofendido mientras volteaba sin ver a su novio y el morocho trataba de susurrarle al oído pero éste no se dejaba.

—¿Irías conmigo al baile, Niall?

—¡Zayn, eso no es para nada tierno!

Regañó Candy al ojimiel y él blanqueó sus ojos.

—Me gustaría que fueras al baile conmigo, ¿y?

Sus acompañantes estallaron de la risa y como nunca, Niall iba con la vista al frente sin ni una sonrisa traviesa en su rostro.

El ojiazul sacó su celular y comenzó a grabar todo lo que sucedía.

—Esto lo pondremos el día de la boda, vamos Zayn, cuéntale a Niall tu propuesta.

—Mañana... será mi baile de graduación —bajó la cabeza mientras sonreía y negaba—. La verdad es que no entiendo porque tantas formalidades pero, te amo Niall, ¿quisieras ser mi pareja para el baile y el resto de mi vida?

Love of my life de Queen comenzó a sonar en la radio, Liam subió el volumen sólo para darle más color al hermoso acto que estaban presenciando y todos los ocupantes aplaudieron.

—¡Parecen dos muñecos!

Gritaba Jay emocionada.

El gran día había llegado.

Louis se graduaba.

Las mujeres corrían desesperadas por la casa si no era el bolso, era maquillaje, si no era peinado, era uñas.

Los novios se encontraban reposando en la sala de estar, ya listos desde hacía aproximadamente una hora.

Se tomaban las manos con nerviosismo como si no supieran que ocurriría luego de la graduación del mayor.

Harry lo miró con intenciones de decir algo pero las palabras no le salían.

—Si, todo seguirá igual que siempre, amor.

El castaño ya sabía que tipos de preguntas se formulaban a cada segundo en la mente del ojiverde, Louis era como un narrador omnisciente, él sabía todo. Como yo.

El de rulos se acurrucó junto a su —todavía no graduado— novio, éste pasó su mano por la espalda del menor mientras le brindaba dulces caricias.

6.30 p.m.

¡Era tarde! Los hombres de la casa acomodaron sus trajes correctamente antes de avisar a las chicas, que aún seguían arreglandose, que se irían.

Louis aparcó frente al instituto y su amigo acomodó su camisa por última vez.

—Te veré en un rato, amor —besó sus finos labios— Estaré en la segunda fila del auditorio, todos estarán en la parte superior. Dirígete allí.

—Suerte. Te amo —susurró—, no lo olvides.

—Jamás lo haré.

Los familiares, amigos y conocidos de todos comenzaron a llegar. Se respiraba una buena atmósfera, algo de música había de fondo, Candy charlaba animadamente con su suegra sobre su futuro en Glasgow.

Con respecto a eso, ella había decidido sacar aquel gran pequeño secreto a la luz.

Liam estaba más que feliz por el futuro que les deparaba a los dos, la distancia no importaba, ellos seguirían amándose.

—Alumnos, alumnas de Merston, familiares, amigos, seres queridos que están hoy aquí para poder ver concluir una gran etapa en la vida de estos chicos.

Becker daba uno de sus tantos discursos, según Niall, siempre decía lo mismo.

La señora Twist pasó al frente y a Harry se le plantó una sonrisa, era su profesora favorita en el mundo.

—Gracias a todos por estar aquí, verdaderamente es un orgullo decir que mis alumnos se gradúan. En especial, Louis Tomlinson.

El griterio se oyó en el auditorio, todos querían a Louis, el capitán del equipo de fútbol.

El de rulos rió ante las palabras de Twist mientras recordaba cuando le ofreció ser tutor del mocoso que hoy llamaba novio, mierda, el tiempo pasaba realmente rápido.

—Quisiera tener el honor de entregarle el pergamino a mi querido alumno si el señor Becker me lo permite —éste asintió tras bambalinas— ¡Louis Tomlinson!

¿Harry lloraba? Harry realmente estaba llorando, tenía mezclas de emoción y confusión. Por más de que su novio le haya explicado millones de veces que nada cambiaría.

Él tenía miedo de perderlo.

El micrófono se le había sido cedido, luego de un par de bromas con el "1, 2, 3, probando" se decidió por dar las gracias.

—Nunca creí que me graduaría —habló serio y todos rieron, él anhelo su diploma y sonrió al público—. Quiero agradecer a Becker por tantos años de comprensión, ¡yo te quiero Daniel! A mis amigos, compañeros, compañeros de equipo, mi familia y mi novio, los amo. A todos y cada uno de ellos, ¡arriba Merston, woho!

Las manos de los presentes parecían romperse, los aplausos resonaban en todo el lugar. Estaba feliz.

—Eres un graduado.

Habló el de rulos sobre los labios de su novio con un tono de inocencia y el otro sonrió, como si hubiese ganado el mayor de los premios.

Y así era.

Una fiesta en honor al castaño se daba en la casa de los Tomlinson-Styles, era bonito ver a toda esa gente ahí por él.

—Nunca fui tan feliz en mi vida.

—Ni yo.

—¿Crees que de ahora en más nos tocará una nueva vida?

Interrogó al ojiverde.

—Tengo miedo por lo que vaya a suceder. Tu irás a la universidad y yo aún seguiré en la secundaria, no es algo bueno.

—Nada importa mientras estemos juntos, prometo estar contigo para siempre, protegiendote de todas y cada una de las cosas. Por siempre serás mi bebé.

"Entonces, se juraron amor eterno" explicó la mujer mayor. "Que tontos" rió su, al parecer, nieta. "¿Por qué?" preguntó la ojimiel confundida. "Solo eran dos idiotas que no sabían lo que querían, ¿quién sabe?, cocinaban pollo y de seguro preferían las verduras" espetó a la abuela. "¿A qué quieres llegar con esto, Emily?" interrogó. "A que el amor no existe, es todo una fantochada, ¿cómo sabes que uno de ellos dos no fue detrás del primer culo que se le cruzó?" indignada, volvió la vista a la mujer y ella le dedicó una sonrisa. "Lo sé, lo sé muy bien porque, querida Em, ellos fueron tus padres."

They just fell in love » Larry Stylinson - 1ra parteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora