— ¿Así está bien?— preguntó algo tímido.

— Si, estás muy bonito— arregló alguno de los mechones del menor.

— Aww, se ven como una bonita pareja— se burló Lisa desde la cocina. Jimin se sonrojó un poco y Yoongi le ignoró.

— Volveremos en unas horas.

— Está bien. No se demoren mucho.— Ambos chicos asintieron antes salir.

— Jimin— le llamó el pálido mientras estaban en el ascensor.

— ¿Si?

— Seguramente habrán varios alfas en la calle, pero no te preocupes. Ellos no se te acercarán.

— ¿Cómo... lo sabes?

— Digamos que dejé unas cuantas feromonas en ti, así que no tienes que preocuparte por eso...

— Oh... ya veo— bajó la mirada al suelo con algo de nervios.

🍓🍃

— Lisa, ¿estás en casa?— Entró Jungkook mientras miraba hacia su alrededor. Todo se encontraba en completo silencio.

— ¡Si! Estoy en el baño, ya salgo.

— Okey— respondió, pero enseguida su ceño se frunció al sentir el olor de otro alfa— ¿Yoongi hyung estuvo aquí?

— Si.— salió del baño mientras se secaba el cabello con una toalla—. Hubo un problema con Jimin... así que lo llamé para que venga.

— ¿Problema? ¿Qué problema? ¿Dónde está ahora Jimin?— preguntó al asomarse por la puerta de la habitación de él y no verlo allí dentro.

— Yoongi se lo llevó con él.

— ¿A su casa?— preguntó casi en un gruñido.

— No, no sé a donde fueron. Solo sé que Yoongi le iba a llevar a un lugar— frunció el ceño ante la actitud de su novio.

— ¿Por qué no me llamaste a mi?

— Porque Jimin quiso que llamara a Yoongi. Cálmate un poco, estás muy exaltado... me estás poniendo nerviosa— frunció el ceño.

Jungkook tomó aire para tranquilizarse antes de hablar de nuevo:— ¿Qué le ocurrió?

— No lo sé— suspiró—. Eso debes preguntarle tú a él.

Jungkook se sintió algo molesto y triste.
¿Por qué prefería que llame a Yoongi antes que a él?

— Mañana será tu cumpleaños, ¿qué harás? ¿Tus padres vendrán aquí?— Preguntó ella, pero el alfa no podía sacarse de la mente a Jimin—. Hey, Jungkook.

— ¿S-si?

— ¿Qué te sucede estos días? Estás muy raro.

— No me sucede nada— apartó la mirada.

— Está bien, como tú digas... no te obligaré a decírmelo— suspiró antes de sentarse en el sofá y prender la televisión.

Jungkook estaba muy confundido. Cualquier cosa que tenía que ver con Jimin, le afectaba de tal forma. No lo entendía. Él ya estaba a salvo, pero no podía quitarse de su mente su rostro. Imaginarlo incluso junto a alguien más le molestaba.

Ya era de noche y aún Jimin no había vuelto, exasperando aún más al alfa.

— ¿No deberían haber llegado hace rato?

— No lo sé Jungkook, deja que vengan a la hora que quieran— rodó los ojos ya un poco cansada. Era la quinta vez que le preguntaba lo mismo.

— Pero ya es tarde— murmuró molesto y segundos después se levantó.

— ¿A dónde vas?— preguntó, sin embargo, él le ignoró.

Se colocó un abrigo, salió del departamento y se sentó en una banca que había allí fuera.
Estuvo ahí unos cuantos minutos hasta que a lo lejos escuchó unas risas tan conocidas para él. Ambos estaban riéndose y charlando. Aquello hizo que la molestia de Jungkook creciera y que su lengua golpeara el interior de su mejilla.
Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, él se levantó y se acercó a ellos.

— ¿Jungkook?— preguntó Jimin, sorprendido.

— ¿Por qué tardaron tanto?

— Nos distrajimos con algunas cosas— respondió el pálido.

Jimin sonrió con complicidad al escucharle y bajó la mirada. Acto que para Jungkook no pasó para nada desapercibido.

— Entremos ahora, está comenzando hacer frío.— Jimin asintió y luego miró al más pálido.

— Adiós hyung y gracias.

— No es nada Jimin— acarició su cabello y luego miró a Jungkook—. Adiós.

Cuando finalmente el mayor de los tres se fue, Jungkook quiso tomar la mano de Jimin; pero el omega enseguida, ante aquel acto, quitó su mano. El alfa lo miró totalmente confundido y dolido.

— No hagas más esas cosas.— Entró, mientras que Jungkook le siguió detrás.

— ¿Por qué?— Tomó su brazo para detenerlo—. Estos días estás evitándome— afirmó—. ¿Hice algo?

— Es tu imaginación— se mordió el labio y apartó la mirada de los intensos ojos del menor.

— No, no lo es.

— Por favor... suéltame.— Jungkook aflojó su agarre, pero siguió sin soltarle. En vez de eso, bajó hasta tomarle nuevamente la mano.

— Hyung...

— Quiero que dejes de confundirme Jungkook... Tienes novia, así que por favor... detente. No deberías hacer esto.— Se soltó del agarre del más alto, pero éste de inmediato volvió a tomarle la mano, aún algo confundido por lo que el omega dijo.

— Espera Jimin. Hoy... ¿Qué sucedió?

— Nada.

— ¿Por qué no confías en mi?— preguntó con dolor en su voz.

— Te-tenemos que subir— dijo al ver las puertas del ascensor abrirse.

— Respóndeme— entró junto al más bajo al ascensor.

— Si confío en ti.

— ¿Por qué no me cuentas nada entonces?— Se acercó a él.

— No quiero contarte aquellas cosas sobre mí— tragó saliva—. Si lo hago, me odiarás.

Jimin comenzó a sentirse sofocado dentro de esas cuatros paredes. Además, el fuerte olor a chocolate de Jungkook, no ayudaba para nada, ni su cercanía.

— Jamás podría odiarte, sea lo que hagas. Nunca te odiaría— susurró contra él. Su cálido aliento impactó contra el rostro del omega.

— L-lo estás haciendo de nuevo... me estás confundiendo— dijo cerrando fuertemente los ojos.

Quería irse, salir de ahí; pero su cuerpo, su lobo y corazón le contradecían. Fácilmente podía escapar de allí si no fuera por eso.

— Tienes razón.— Jungkook se alejó del más bajo luego de unos segundos—. Lo siento...

Jimin agradecía que se haya alejado, mientras que su lobo se sentía algo desilusionado, ansiando aún más cercanía.
El ambiente se sintió muy pesado e incómodo incluso cuando bajaron.

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Mochi ❀Kookmin omegaverse Where stories live. Discover now