27. La pesadilla no termina

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—Seguiremos con la investigación, gracias por responder todas las preguntas, si necesitamos algo le avisaremos—finalizó el detective Arce.

Mi madre y yo vamos camino a casa, solo que ella no me ha dirigido la palabra desde que salimos de la estación, tal vez este enojada. En toda la ciudad hay un caos impresionante por lo que el taxista tardo en llegar a casa 30 minutos cuando normalmente era la mitad del tiempo.

El auto aparco frente a nuestro hogar, era extraño el color naranja de las paredes, creo que es hora de un cambio aquí.

—¿Ahora tienes problemas con la ley?—dice irónicamente mi hermano, que no me dejo tomar la llave cuando abrió de un golpe.

—No tengo ningún problema Mike.

Evidentemente la discusión que está por comenzar no le sienta muy bien a mi madre, me preocupa su silencio.

—Desde que llego el tal Mathew ese, todo en tu vida se ha vuelto un desastre—gruñó nuevamente Mike, esta vez se está pasando del límite, estos últimos días ha estado extraño, tiene como un resentimiento hacia mí.

—Cállate Mike, no me importa tu opinión acerca de si mi vida se volvió un desastre por culpa de mi novio, es mi problema—enfrenté, creo que me dolieron esas palabras con solo decirlas, no sé qué puede estar afectando nuestra relación como hermanos pero nos está lastimando.

Quiero pensar que quizá este así porque tiene un partido importante, este será clave para ser parte de un equipo de fútbol profesional, tal vez esta estresado por eso.

—Basta los dos, no quiero escucharlos discutir más. Vayan a su habitación—impuso mi madre.

Subí lentamente a mi habitación, al mismo tiempo que Mike entraba a la suya dándome miradas que sacan chispas. Anhelaba estar en mis cuatro paredes donde sé que no va a venir una patrulla de la policía a llevarme como si fuera una delincuente.

Retiré mi ropa y fui directamente a darme un baño de esos que pasan dos horas y se te arrugan los dedos. Tenía que sacarme de la cabeza lo que paso en la estación, si una chica tiene cierto parecido a mí y es sospechosa no entiendo porque es a mí a la que interrogan, estaba durmiendo porque no me he recuperado del todo y la policía piensa que secuestre y mate a una persona.

Mientras pasaba el jabón líquido por mi piel sentí un dolor en mi muñeca, lo mire con atención y vi que esta maltratado, magullado e hinchado. No entiendo la razón pero supongo que fueron las agujas de la clínica.

Salí de la ducha a prepararme para dormir, pero mi celular sonó. Es Mat.

—Hola, ¿me extrañaste? —Salude.

—No estoy para juegos Sarah, ¿Qué pasa contigo? ¿Por qué no te comunicaste conmigo? Ya que tú nunca contestas ese aparato—empieza a reclamarme, y bueno tiene la razón pero no tengo que estar cada hora actualizándolo de lo que hago.

—No pude Mat, dormí toda la tarde y no tuve tiempo—quise contarle sobre la estación pero eso haría que se enoje más.

—¿Desde cuándo esta relación se tornó en no tener tiempo para nadie?

No aguanto un minuto más, estoy enojada con él, con Mike, con todos.

—Desde que decidiste irte de aquí y dejarme a un lado de tu vida un buen tiempo—y corte la llamada, rápidamente presione el botón de fuera de línea para que no volviera a llamar.

Necesito dormir, ha sido un largo día y mi cabeza apenas aclara todo lo que paso.

(...)

—Su progreso ha sido positivo señorita Conner —alabó el doctor que ha estado llevando mi control desde que una bala entro en mi abdomen.

Tiempo, amor y distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora