Desvanecida. - Elizabeth Butterfly x Jam Diaz

Capitulo 4: Atrapados

Llegan al castillo Butterfly en donde Ludo junto a su Alcón y su araña gigante habían hecho desastre.

Elizabeth, sorprendida ante la situación, trata de mantener la calma.

— Oye Ludo...— dice Elizabeth caminando con él por los pasillos.

— Si dime. — responde mientras los guía a una habitación.

— ¿Por qué quieres tener tanto poder? — si ella lograba descifrar esa incógnita, le ayudaría mucho en el futuro. Eso si ella aún tenía futuro.

— Simple, porque así podría ser mejor que mis hermanos, y callar la boca de todos los que se burlaron de mi.

— Interesante... — responde.

De pronto Ludo recibe un fuerte golpe.

— ¡Que demonios! — exclama.

—  ¡Deja en paz a Elizabeth y a Jam! — exclama Jackie. Justo detrás de ella de encontraban Marco, Kelly , Pony Head y Janna.

— ¿Q...Pero como sabían que estábamos aquí?— dice Jam algo sorprendido.

— Solo fue una suposición, pero alegro que haya sido acertada. — dice Jackie.

— Vamos de vuelta a la tierra.— dice Marco.

— ¡No volveré! — exclama Elizabeth. — No puedo dejar Mewni, y más cuando está en estas condiciones.

— ¡Ninguno de ustedes volverá! — grita Ludo aprovechándose de su distracción. — ¡Levitato! — dice elevándolos a todos en el aire.

Elizabeth y Jam son encarcelados dentro de un cuarto oscuro a prueba de magia, sin embargo los demás fueron encadenados en otra celda.

— ¡Demonios! — grita Jam — ¡Déjenos salir! ¿Así que este era tu patético plan? — grita.

— Mi plan todavía está en marcha. — sonríe.

— ¿ Qué tratas de decir? — responde sin entender. Aunque era algo normal. Ella decía tener un plan pero los terminaron encerrando en un extraño lugar.

— Sólo debemos estar encerrados aquí el tiempo suficiente, mamá llegará e invocará el hechizo del susurro sobre la mano de Ludo, en ese momento cuando sintamos la explosión saldremos de este lugar para ir a derrotar a Toffe.

— ¿Y como sabes lo que ocurrirá?

— Mamá me contó que usó su hechizo dos veces, y creo que esta será la segunda vez.

Luego de ese comentario por parte de Elizabeth, ambos estaban sin decir ni una sola palabra.

Los demás permanecían pensativos...

— Lo siento — dijo Jackie.

— ¿Por qué? — Responde Marco.

— Me descontrole y ataqué sin esperar el momento indicado. — Jackie quería volver lo antes posible, era comprensible, pues nunca antes había estado en otro mundo y además temía que se toparan con Star.

— Básicamente, si fue tu culpa.— dice Pony head de manera directa. Su intención era encontrar a Star, y cuando lo hiciera... Le reclamaría el porqué nunca le había dicho que se enamoró del apestorpe, porqué se fue  de esa manera, pero más que todo, porqué no le había tenido la suficiente confianza como para hablarle de sus sentimientos.

— Estoy de tu lado. — responde Kelly. Ella solo pensaba en querer encontrar a Star para tratar de hacerla recuperar su sonrisa. Star ayudó a Kelly en muchas ocasiones, siempre le sacó sonrisas. Ella estaba en deuda y quería hacerla sentir mejor.

—¡Vamos! Esperaba una reacción un poco mas comprensiva de su parte.— Dice Jackie volteando los ojos
— Casi logro, quitar mis manos de estas cadenas — dice Marco presionando sus manos y empujándolas hacia abajo. Si Marco lograba encontrar a Star, sin duda no sabría como dirigirle la palabra, ¿Cómo hablarle después de como se confesó? ¿cómo debía reaccionar? Lo único que tenía en mente era su adorable sonrisa. Quizá solo usó a Elizabeth y Jam como pretexto para venir sin que Jackie se enojara.

Star ataca a Ludo, ella en lo único que pensaba era en enmendar sus errores al tratar de ser una princesa aventurera y explosiva, si gracias a ello perdió a Glossarick y a su actitud poco madura perdió a Marco, sin duda ella debía cambiar.

Ella creía que el mundo estaba lleno de sueños, y si Marco era su mas grande sueño, ella debía protegerlo. A pesar de que su sueño se encontrara muy lejos de su alcance.

Elizabeth seguía callada, mientras su cuerpo se hacía transparente y luego volvía a la normalidad continuamente... Esto le hacia creer que ella pronto se iría.

— Oye Jam...

— Dime.

— ¿Qué piensas de mí? — dice Elizabeth mirándolo a los ojos.

Ambos se encontraban en una habitación oscura y sin ventanas, pero no lo suficientemente oscura como para no verse los rostros.

— ¿Por qué la pregunta? — responde Jam algo confuso.

— Sé que he perdido, mi cuerpo a empezado a titilar... Por eso, quería quedar bien contigo antes de irme... ¡DIGO! no me mal entiendas.

— Veamos, eres muy fastidiosa e irritante la mayoría del tiempo, confías en todo el que dice ser bueno... En ocasiones eres muy madura...— Jam empezó en tono molesto pero cada palabra que decía al describirla lo hacia cada vez mas dulce.— tus ojos... Son hermosos, igual que tus mejillas... Eres tan honesta...

Jam, no podía evitar acercarse cada vez más a Elizabeth, con cada palabra se acercaba cada vez más, mientras acariciaba su mejilla izquierda.

Él estaba sonrojado... Su corazón latía con fuerza, su mirada expresaba ternura y dulzura.

Elizabeth nunca había visto esa faceta de él... Nerviosa se alejó un poco.

— Estás... ¿Hablando enserio? o... Te ... ¿burlas? — tenía unos ojos brillosos, sus mejillas completamente enrojecidas. A pesar de tenerle confianza a las palabras de la mayoría de las personas, ella sabía que Jam la odiaba, siempre discutían, aunque a ella siempre le pareció algo guapo... Ni podía evitar pensarlo... PERO ¿y si solo era una broma? ¿y si ella le seguía la corriente y él se burlaba de ella diciendo algo como: " Ja ja ¡Caiste! "

De pronto suena un gran estruendo al parecer era a causa de la explosión. Ya era hora de salir.

— Ho...¡Hora de salir! — dice algo nerviosa cambiando el tema.

Ella se dirige a la puerta tratando de abrirla, pero recordó que estaba cerrada...

— ¡Genial! ¿Ahora como abrimos? — dice Jam.

—" Ojo que todo lo ve, muéstrame lo prohibido..." — Elizabeth recita el hechizo de espionaje. Una ventana en donde se podía ver todo lo que ocurría afuera parece.

Jam estaba sorprendido, era como un televisor redondo con vista en 3D.

— Sé que sonará estúpido lo que te voy a pedir... Pero... ¡abrazame! — se sonroja.

— ¿P...por qué? — dice de forma orgullosa, recordando que él no debía dejar que ninguna chica lo enamorara.

— Demonios, si no lo haces tu... ¡Lo haré yo! — lo abraza con fuerza y salta a través de la ventana de espionaje... A sus vez, las mejillas de Elizabeth brillaban con fuerza.