Capítulo 5: Tipi

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Se encontraba agazapado tras unos matorrales, esperando a que la presa bajase la guardia. El resto de guerreros caminaban a hurtadillas escondiéndose también, pintados con sus pinturas de combate pero Naruto sólo observó a Menma a su lado.

- Muévete con cuidado hacia la derecha. Esperemos a que todos estén en posición y lo llevaremos hacia la trampa.

- De acuerdo – comentó Menma con una sonrisa siguiendo a Naruto moviéndose a hurtadillas junto a sus compañeros.

El búfalo seguía pastando a sus anchas, siendo observado por aquellos indios que le rodeaban entre todos lentamente. Finalmente, Naruto observó la señal de sus compañeros y entonces, le indicó a Menma que le siguiera. Todos salieron de su escondite moviéndose con violencia, corriendo hacia el búfalo y gritando para espantarle, para que empezase a correr hacia la zona donde habían colocado la trampa.

Para Menma, aquellas cacerías con su padre eran las mejores de todas, le adoraba, desde que se había quedado huérfano Naruto lo había sido todo para él. Al acabar la cacería y volver al poblado, observó cómo su padre saludaba a su madre y le daba parte de la carne que habían cazado para que la cocinase. Al menos pudo estar un buen rato junto a Naruto, creando y afilando las armas. Le gustaba aprender de Naruto, era su modelo a seguir, tanto... que hasta se había hecho el mismo pelo que él, las mismas trenzas, le gustaba que todos supieran que era su hijo.

El molesto cosquilleo sobre su nariz y mejilla le despertó. Naruto abrió los ojos sobresaltado encontrándose aún sentado frente a la tienda de su madre, con Menma riéndose mientras le hacía cosquillas con una hebra de hierba que había encontrado en el prado.

- Despierta dormilón – sonreía Menma.

Naruto sonrió y cogió por la cintura al pequeño mientras le hacía cosquillas. Las risas de Menma se escucharon por todo el campamento, todos conocían la buena relación que tenía Naruto con ese niño, desde que lo adoptó había sido como su hijo, pocas veces se separaban.

- Deberías ir a llevarle algo de comer a tu esposo – comentó Kushina ofreciéndole un par de cuencos de comida y otro a Menma.

- ¿Puedo ir contigo? – preguntó Menma al ver que Naruto cogía su cuenco y el de su esposo.

- No creo que sea conveniente por ahora – sonrió Naruto.

- Pero...

- Déjale que vaya, no creo que le haga daño ver a un blanco, es curiosidad lo que siente.

- De acuerdo, vamos.

No podía creerse ese niño que realmente pudiera ir a conocer a un occidental, a uno de esos hombres blancos de los que tanto hablaban pero que él nunca había tenido la oportunidad de ver. Una parte de él iba ilusionado y otra parte iba un poco nervioso.

El rubio fue el primero en alzar la tela de la entrada y dar paso a ese pequeño, quien nada más entrar, se quedó paralizado al ver a ese chico aún durmiendo, tapado con una piel de búfalo y medio desnudo. Menma sonrió acercándose hacia él, movido por la intriga de su piel tan pálida, sin pinturas y sin nada.

- Es raro – decía Menma antes de fijarse en el sombrero vaquero del rincón, cogiéndolo entre sus manos y mirándolo o tratando de probárselo, consiguiendo que Naruto sonriera - ¿Y qué es esto? – preguntaba Menma curioso.

Naruto se acercó a Sasuke, sentándose a su lado y acariciando con suavidad el brazo descubierto de ese chico, haciendo que temblase su cuerpo y sus ojos se abrieran de golpe cogiendo la piel de bisonte tratando de tapar su desnudez. El sonrojo en las mejillas de Sasuke se hizo presente al instante, movido luego por la incertidumbre de encontrarse a ese niño jugando con su sombrero.

Pequeño cuervo (Naruto: Naru-Sasu)Where stories live. Discover now