Epilogo 01: Quiero que me toques

456 31 19
                                    


* Este capítulo tiene un vídeo con música para ambientarlo, si gustas reprodúcelo para oírlo. Espero te guste.  

  

Ops! Esta imagem não segue as nossas directrizes de conteúdo. Para continuares a publicar, por favor, remova-a ou carrega uma imagem diferente.


Tras la última pelea contra Nora y la victoria sobre ella, ambos muchachos fueron transportados a la habitación de Marx, él siente a alguien echarse a su lado, siendo ese el motivo de su despertar. Selena abrió sus ojos, lo primero que vio fue a Marx medio levantado de la cama, al fin podía ver el sol por ella misma. Estaba un poco desconcertada al inicio, como alguien que despierta tras una larga pesadilla, ella miro sus manos y las sintió moverse a su voluntad.

—Bienvenida Selena... —Le dijo Marx dándole una pequeña sonrisa, a ella se le empañaron los ojos y abrazo al muchacho súbitamente.

—¿Por qué tenías que arriesgarte tanto?... ¿Por qué siempre haces estas cosas? —Pregunta Selena, al abrazarlo le abrió unas de las mordidas que aún tenía en el cuerpo, simplemente lo ignoro sintiéndose feliz de haber recuperado su sentido del tacto. Con algo de dudas, acepto a Selena en sus brazos y la consoló acariciándole con cariño esa cabellera color ébano.

—Selena, después de todo lo que pasaste, simplemente no podía dejar de intentarlo... Ya no quería que sufrieras —ella lo abrazo más fuerte—. A-Además todo termino bien, ya no tenemos de que preocuparnos... —Contesta Marx aguantando el dolor, sintió que Selena escondió su rostro en su pecho.

—Estoy agradecida de conocerte, Marx. Sin ti hubiera pasado el resto de mis días con miedo a ser capturada, maldiciendo mi debilidad y pensando que el mundo era un lugar tan vacío como mi corazón... Que yo esté aquí y pueda decidir mi futuro, es solo gracias a que no me abandonaste... Hemos compartido nuestras vidas, por eso estoy segura de lo que siento... —Selena se separó de Marx, lo miro con unos tiernos ojos y cerrándolos lentamente le dio un suave beso en los labios, tal acto dejo estupefacto al muchacho, que tras unos segundos le correspondió y junto su frente con la de Selena.

—No quiero que te sientas forzada a quererme, por ahora estoy satisfecho con verte feliz, lo demás se lo dejaremos al tiempo... —Le dijo tomándola suavemente de la mejilla, le dio un pequeño beso más.

—No creas que seré tan fácil para "lo demás". Eso lo decidiré yo y no podrás ponerme ninguna excusa. —Selena miro de forma coqueta a Marx, segundos después ambos estaban riendo en esa pequeña habitación, se sentían contentos pues encontraron aquello que tanto buscaban.

«No sé qué nos espere en el futuro, pero haré lo posible para mantener esa sonrisa en Selena... Este tiempo puede ser extraño para ella, así que siempre estaré a su lado animándola a seguir adelante. Y si ella decide irse, lo aceptare y la dejare buscar su propia felicidad lejos de mí... Pero muy en el fondo, una parte de mí espera que eso nunca pase».

Lismatus: Treceava HoraOnde as histórias ganham vida. Descobre agora