Capítulo 5: Unidos

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* Este capítulo tiene un vídeo con música para ambientarlo, si gustas reprodúcelo para oírlo. Espero te guste.

 Espero te guste

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Es un nuevo día en la casa donde vive Marx, él está en su cama aun durmiendo por los escalofriantes eventos de la madrugada y su rostro tiene un marcado semblante de estrés. La alarma del despertador suena fuerte, él termina callándola de un golpe y se le nota levantarse todo desganado. El muchacho va hacia el baño, se da una lavada a la cara y mirándose en el espejo ve el rostro de Selena salir de su pecho. Ella estaba tapando el hueco que vio en su cuerpo durante la treceava hora, aunque ahora ese hueco no era visible en el mundo normal.

—Sera mejor que no saques la cabeza, tengo que bañarme para ir a clases. —Menciona Marx quitándose la ropa y aquella chica se mete rápidamente en su interior.

—Lo sé, no tengo ganas de ver —él se metió en la ducha y el agua cubrió su cuerpo—. ¡Ah! ¿Q-Quué cla-clase de persona e-eres? ¿No pu-puedes calentar el agua? —Grita Selena desde su interior, estaba titubeando por el frío.

—Esta casa no tiene una terma, además de que me acostumbré a esto rápidamente y desde entonces me baño de esta forma —viendo el agua caer en su rostro—. ¿Cómo fue que terminamos así? —Dice Marx al apoyar su cabeza contra el azulejo de la ducha.



En la mañana Marx estaba desayunando tranquilamente, intentaba no pensar en la treceava hora, pero le era imposible, el ambiente era algo tenso hasta que comenzó a escuchar unos ruidos de gusto venir desde su interior y una extraña sonrisa comenzó a formársele. Por muchos años Selena no había comido nada, sentir el sabor de la comida hizo que la felicidad la inundara y era Marx quien lo expresaba con su cuerpo.


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—¿Acaso estás contenta? —Pregunta Marx sintiendo una calidez en su pecho.

—¿Qué? Es muy molesto que sepas lo que siento —ella estaba avergonzada—. Marx, no quería decirlo, pero mientras dormíamos... Experimenté el dolor por el cual te deshiciste de tu alma... T-Tú también viste el mío ¿Verdad? —Pregunta Selena y él baja su taza de café lentamente.

Lismatus: Treceava HoraWhere stories live. Discover now