Extra. 38

590 27 1
                                    


Derek

¿Habra una breve explicación para lo que puedo sentir en este momento? Tal vez en decir que estoy más estupido que nunca.

Me siento yo, como la chica que se llena de ilusiones y mariposas en el estómago. Si, parezco más corrompido que a saber que. Pero admito con todo el corazón, que estuvo bien demostrar que no soy como piensan que soy. Y no porque recibí la recompensa, que para mí es la más grande. Si no porque así puede llegar a ser la única forma de lucir tu luz.

La agradable sensación de las mañanas en Breedhood es cálida. Los ligeros rayos del sol entra por los pequeños agujeros que quedan en la ventana. Ahora, con un poco de luz, puedo ver más clara la habitación. Francamente no es como me la imaginé.

Al decir verdad, y viendo la actitud de la señorita con todo exploto, me imaginaba una habitación, no se, de color gris, negro o un morado tornasol oscuro y con póster de bandas de rock metal, y con algunos dibujos escalofriantes. Pero no, la habitación, tenía un gris claro y Aqua en las paredes. Tenía póster pero con mensajes motivadores. Habían pequeñas decoraciones de notas musicales y una guitarra. Era una habitación de una chica soñadora.

Oh, oh

El individuo se mueve.

Cerré los ojos de golpe. Apretándolos para obligar a no abrirlos y ver su rostro en la mañana. Apreté el ceño porque me di cuenta que ya había abierto los ojos. Trate todo lo posible en no reír.

–¿Es enserio?– sentenció ella. Su voz parecía de niña pequeña, lo
Cual me dio risa pero aguante las ganas de soltar una carcajada.

–¿Hola?– me sacudió y yo mordí la parte inferior de mi cachete– ¿Sabes? Te miras como que estas conteniendo uno...

Susurro haciéndome, esta vez, explotar a carcajadas. Abrí los ojos entre risas y la abrace, ella solo un gemido. Ella no se noto cómoda encima de mi pecho y estiró las manos para llegarlas haya mi abdomen y empezar hacerme cosquillas...

Y la muy inteligente sabía que soy muy cosquilloso.

La solté y ella se sentó, respirando a bocanadas. Mi corazón palpitaba rápido, y es por el hecho de haberme despertado y recibir cosquillas. La castaña sonrió de lado y se sentó encima de mi abdomen. Podía examinar todo su bello rostro desde aquí ¡y sin levantarme! Y admirar su sonrisa, sus ojos grandes y brillantes, sus labios carnosos y rosados. Ahora me siento afortunado de haber besado esos labios anoche.

–Buenos días príncipe sapo– musitó, luego de haber calmado su respiración agitada. Sonreí.

–¿Ahora yo soy el príncipe sapo?– pregunto y ella río entre un resoplido– Que yo recuerde, la princesa ya me ha besado, por lo tanto el hechizo de rompió.

–Mm, yo aún te miro cara de sapo– contestó de una manera pensativa e irónica. Abrí la boca mostrándome ofendido y ella río.

–¿Te parece chistoso?

–Más de lo que crees– mencionó entre risas. Lentamente lleve mis manos hacia mi cabeza y tome la almohada para lanzársela en la cara.

–¡Oye!– gruñó y antes que se quitara la almohada me levante y la abrace para volverla a acostar en mi pecho.
– Eso no fue chistoso– se quejó como niña pequeña.

–Tu empezaste– dije y la oprimí más a mi pecho.

–Me estás matando idiota– reí ante su grosería. Su voz sonaba inaudible y juro que estaba aguantando las ganas de reír porque sentí un cosquilleo cuando ella movía su boca sobre mi pecho.

Un Amor Musical /EDITANDO/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora