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La música que sonaba por las bocinas en la fiesta de Charlie no eran del agrado de Lucifer, solo eran ruidos que le provocaban pequeños golpeteos en el craneo.

—¿Que hay de malo con la música? —Abaddon acababa de sentarse al lado suyo en el sofá cargando un vaso de plástico de lo que parecía ser ponche.

Lucifer se encogió de hombros —No le voy a esa clase de música, lo siento

Abaddon negó con la cabeza, sus labios rojos estaban reprimidos en una suave sonrisa que le dedicó antes de soltar con cierto tono de pena —¿Quieres bailar?

Lucifer esperaba de todo menos eso, literalmente, esperaba un lenguaje grotesco y algo elevado de Abaddon, pues ella no era la viva imagen de la inocencia. Pero aquello sonó más tierno de lo que pensó que le causó escalofríos.

Abrió la boca para negar la propuesta planteada cuando visualizó por un lado a Sam bailando con Ruby. Los celos comenzarón brotar de su interior y podía jurar que escuchó un pequeño crujir de sus sentimientos siendo apretados demasiado fuerte en su pecho.

No sabe de donde sacó el impulso de levantarse del asiento y llevarse a Abaddon de la mano al centro de la habitación, la música ahora había cambiado a una más lenta y suave, la mayoría en parejas estaban danzando pegadas, y él y su acompañante no serían la excepción.

Colocó sus manos en las caderas de Abaddon y ella puso sus manos en su cuello y empezaron a moverse lentamente. Lucifer estaba seguro del ridículo que estaba haciendo, pues bailaba peor que una gallina con sobredosis de azúcar.

Sam comenzó a mirarlo con el ceño fruncido y claramente con lo molesto que su rostro enseñaba, lo miraba como si quisiera convertirlo en cenizas. Y claramente decidió ignorarlo acercándose más a Abaddon bajando sus manos aún mas en el cuerpo de ella.

Cuando menos acordó tenía una fuerte mano apretando su hombro y dándole una vuelta. Sam estaba enfrente de el visiblemente más molesto que antes —Salgamos a tomar aire ¿Quieres?

—El aire esta en todos lados, tómalo acá adentro —Bufó Abaddon tomando la mano de Lucifer y apretandola en un fuerte agarre.

Lucifer ahora estaba en medio del dilema, con una mano de Abaddon y una de Sam. Si soltaba a Abaddon, era un patán, si soltaba a Sam, era un mal amigo ¿Cuándo se convirtió eso en una escena de comedia romántica?

—Quiero hablar ya mismo contigo Lucifer —Susurró Sam en su oído.

Lucifer estaba consciente de que se estaban armando un buen espectáculo ahí.

¿Lucifer alguna vez se iba a arrepentir de lo que venía a continuación...?

𝘾𝙤𝙢𝙚 𝙖𝙣𝙙 𝙜𝙚𝙩 𝙮𝙤𝙪𝙧 𝙡𝙤𝙫𝙚 / samxluciferTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon