—¿Qué estará haciendo ella ahora? —susurré para mi mismo, refiriéndome a ____(T/N).

Debía conseguir trabajo a toda costa y no tenía idea de cómo lo lograría con este aspecto. Me acurruque en una esquina de la pequeña estructura  pensando en que hacer, de alguna forma estaba en una extraña situación donde me habían roto el corazón, había abandonado mi casa, me era imposible conseguir trabajo y más encima estaba encerrado en la casa del árbol de una niña. ¿Podía haber algo más patético qué ésto? Y para colmo mi cabeza comenzaba a dolerme, además de que mi ropa estaba completamente calada por la lluvia y aún así un horrible calor se apoderaba de mi cuerpo entero, me sentí extrañamente agotado.

Narra _____(T/N).

Hace más de un mes había tomado la tutoría de la hermanastra de Jin y hermana de Jungkook, gracias a que este último me había insistido en que le enseñara inglés, ya que ella era muy decadente en ello. Al principio pensé que era mentira, pero cuando me topé con ella y escuché sus pronunciaciones, desde "excuse me" a "isquiusmi" entendí lo mal que le iba.
Iba por las tardes luego de la escuela a su casa y la ayudaba principalmente con la pronunciación.
Cuando llegué a la casa de Jungkook luego de la escuela me dispuse a seguir con sus prácticas. Me dirigí a su habitación y la encontré allí sentada esperando iniciar la lección.
Pasamos un rato ejercitando con el libro de clases y recitando frases, palabra y oraciones hasta que le salía finalmente. Todo iba normal pero ella se mostraba inquieta, mirando recurrentemente la ventana.

—¿Ocurre algo Somin? —pregunté extrañada.

—¡Para nada! —se apresuró en decir—. Sólo me cuesta resolver ésto.

Me acerqué a ella para explicarle, pero por más veces que lo repetía ella no lo entendía y no parecía hacer ademán de entender tampoco.

—¿Que ocurre? —pregunté ahora con cierta preocupación.

Podría estar siendo molestada en la escuela o algo. Después de todo era bastante linda e inocente, eso podría provocar envidia y tal vez la habían amenazado para que no dijiese nada.
No me quedó más que insistir hasta lograr una respuesta de su parte.

—Bueno... —respondió ella dubitativa— ¿Si te digo prometes no decirle a nadie?

—Sí, puedes confiar en mí —dije asintiendo con la cabeza.

—Tengo a un chico encerrado en mi casita del árbol —me dijo sin inmutarse.

—¿Qué? —logré balbucear atónita.

—Eso —ella hizo una mueca.

En algún momento pude haber pensado que estaba bromeando, pero la seriedad de su tono y semblante indicaban lo contrario, casi tanto que llegué a asustarme, ese tipo de expresiones no se veían en una niña que se la pasaba riendo por todo.
Giré mi vista para dirigirme a la ventana y pude comprobar que desde allí se veía la casa del árbol, eso significaba que todo lo que había estado nerviosamente mirando en este tiempo era aquello.

—¿Tus padres o hermanos saben ésto? —pregunté.

Ella sacudió la cabeza en forma de desaprobación.

—¿Puedes llevarme? —tragué saliva.

Ella vaciló unos instantes, pero luego se puso de pie y indico que la siguiera.

—Es muy lindo —comentó ella mientras salíamos de su casa—. Lo encontré en la calle y luego de la escuela lo pasé a recoger.

—¿Estás segura que es un un humano?

—¡Por su puesto! —se exaltó ella.

Cuando llegamos fuera del árbol ella subió primero, mientras yo la seguía después. La lluvia aún no cesaba del todo, aunque ahora solo caía una leve llovizna así que no teníamos peligro de quedar muy mojadas.

Desearía Poder Odiarte ↠{Jimin y Tú}Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon