Sabio no podía seguir viviendo así, en la soledad absoluta, huyendo del volcán mismo, así que, en un intento desesperado por recrear a sus hermanos y hermanas, recurrio a la fuerza mas potente del universo, las emociones.
Utilizando este poder, condensado en sus lágrimas de soledad, creó los orbes elementales, que miles de años más tarde, servirían para potenciar un portal entre Gorm y un mundo desconocido para casi todos los gormitis originales.
Pero aún así, ese no era su propósito inicial, ni el más útil, no, estos orbes literalmente podían generar vida con solo desearlo. Vida entera, con pensamientos y emociones, pero no recuerdos, por esto es que no pudo recrear a sus hermanos y hermanas, pero aún así, era una creación de la que estaba orgulloso.
Les dió nombres a cada una de sus cuatro creaciones: Gheos, Tasarau, Poivrons y Noctis, y les encomendó la tarea de generar más seres, repoblar gorm, y nunca estar solos.
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Gormiti: señores para siempre
FantasyAire, Agua, Tierra, (no, no sigue el fuego) Bosque. Cuatro elementos, cuatro señores, dos universos que deben ser protegidos del volcán, una fuerza malvada que llevaba dormida miles de años y... un pequeño triangulito amoroso. Oh, si, y el lagarto.