》solo un niño《

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Un niño peliplateado entrenaba bajo la ligera luz de la luna. Estaba agotado pero no pararía. Quería demostrar que podía ser grande si seguía al pie de la letra las reglas. Quería convencerse a sí mismo de que su padre era un idiota y había cometido un error. Un error que él estaba pagando, con pesadillas y malos recuerdos, en la noche solía dormir en la sala pues dormir en su cuarto le recordaba a cuando su padre lo clamaba con su tranquila y relajante voz cuando había tormentas y aunque eso le trajera buenos recuerdos a partir de ese, al final, siempre llegaba al recuerdo en el que su amado padre se quitó la vida dejándolo completamente solo.

El niño exhausto no pudo seguir entrenando, calló al suelo, había gastado demasiado chakra, maldiciendose por dentro por no haberse dado cuenta de que ya no tenía energías. Se cuestionó, ¿enserio iba dormir hay? No parecía tener fuerzas para levantarse, dejándo de intentar mantenerse despierto, dejó caer su cabeza sobre el suelo.

(...)

El peliplata se preguntaba, ¿donde estaba?, eran las 1 de la mañana y se encontraba en una habitación desconocida para él. Estaba lloviendo fuertemente. Le aterraba. Escuchó ruidos provenientes de afuera de la estancia, decidido a salir a enfrentar a quien quiera que lo haya secuestrado según él. Se asomó sigilosamente por la puerta de la habitación, no vio a nadie, se encaminó por el pasillo, llegando a la sala descubrió de donde provenían esos sonidos, eran voces y los dueños de esta eran nada más y nada menos que el amigo de su padre Minato Namikase y su bella novia Kushina Uzumaki, esta última al notar su presencia, volteo su cabeza hacia donde se encontraba el peliplata escondido detrás de la pared.

— o!! Veo que ya has despertado pequeño ttebane' — dijo sonriendo la Uzumaki. El niño solo frunció el seño.

— ¿por que me secuestraste hasta acá? — pregunto por fin después de unos minutos de silencio por parte de los 2, Minato, quién estaba en la cocina llegó al lado de su novia.

— kakashi ella te encontró en el campo de entrenamiento inconciente, deberías agradecer que te trajo. — dijo el rubio con voz suave, intentando calmar al pequeño  de tan solo 5 años.

— Minato-san, ¿por que me trajeron hasta acá? — pregunto el niño esta vez en un tono un poco menos firme que el anterior.

— bueno te encontré en el campo de entrenamiento y pues supuse que que no querías pasar frío en ese lugar ¿o sí? — la Uzumaki contestó antes que el rubio Namikase.

— b-bueno.. yo.... emm.. — el pequeño quedó sin palabras, desde que su padre murió nadie se había preocupado por él, nadie había tenido un poco de compasión por él. — gracias... — desvío la mirada sonrojado en un susurro casi inaudible. La pelirroja soltó una pequeña risita. Según lo que Minato le había contado el niño era orgulloso y terco.

— ¿disculpa? No te escuché ttebane' — dijo con una sonrisa llena de malicia, quería hacer que el orgullo del pequeño Hatake quedara por los suelos.

— mmm... dije que gracias. — respondió el pequeño hatake un poco más fuerte que antes.

— ¿que?, tu orgullo no me deja escuchar 'ttebane.— dijo la pelirroja sonriendo, mientras colocaba una mano en detrás de su oreja en señal de no escuchar.

— ash!! Olvidalo!!! — el peliplata subió su tono de voz, molesto cruzándose de brazos.

— hejeje bueno kakashi, ¿por que no vas a dormir? Debes estar cansado ¿no? — dijo el rubio posando su mano en el hombro de el pequeño. Este lo miró sorprendido por el acto.

— ¿y ustedes donde dormirán? — cuestionó de nuevo sonrojado el pequeño, dejando atrás su orgullo. La Uzumaki sonrió satisfecha.

— dormirás conmigo en la habitación ttebane', ¿no te molesta cierto? — la pelirroja le sonríe tiernamente.

One-shots de《Kakashi Hatake》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora