Los Descendientes (Historias Extras) | Fanfic Ranma 1/2

Extra #6 Los Saotome y la tecnología

—¿Los mismo que usaste con tu mamá en su computadora? —preguntó recordando lo que tardo en reponerla.

—Si... pero...—Izanami se mordió los labios—, esta mañana me dijo Emi que Maru había ido a su casa el sábado en la noche para ayudar a mi tío con unas cosas.

—¿ósea que no fue a la fiesta?

Izanami comenzó a llorar.

—¡Por eso necesito que la arregles antes de que se dé cuenta! El miércoles tenemos que entregar un trabajo y pude convencerlo para que lo hiciéramos en mi casa con mi computadora, por eso te doy estos dos días para que la arregles—le pidió.

—No cabe duda de que tú y tu hermano son expertos para meterse en problemas—comentó Daisaku.

—Lo heredamos de nuestro padre—siguió llorando.

—No te prometo nada porque tarde una semana con la computadora de tu mamá, pero te ayudare.

Después de que se fue, entró otra persona y el chico sonrió para darle la bienvenida a su cliente.

—Señor Saotome, tiempo sin verlo—dijo el chico.

Ranma llegó con una computadora portátil que pudo reconocer fácilmente porque Raiko la había traído en varias ocasiones.

—¿Qué le hizo a la computadora de su esposa? —preguntó el chico.

—¿Cómo sabes que...?

—Por dos razones, Raiko la ha traído para que la arregle en infinidad de veces y la otra es que usted es el tercer Saotome que ha venido a arreglar un aparato el día de hoy por lo que supuse que tal vez usted tuvo algo que ver en su...

Ranma abrió la tapa y el chico agrandó los ojos.

—Destrucción—terminó con una voz aguda viendo el teclado casi destruido.

Ranma sacó de una bolsa las teclas de la computadora de Akane.

—¿Cómo sucedió esto?

—Estaba acomodando unas cosas en mi habitación y Akane dejó su computadora en la mesa que está al lado de mi cama y accidentalmente se me cayó al piso y paso lo que vez... ¡Si Akane se entera me matara así que ayúdame!

Daisaku alzó una ceja.

Unos minutos después, entra una persona y el chico pone su mejor sonrisa para su cliente, sin embargo, comenzó a sudar de los nervios.

Akane entra con dos consolas portátil de videojuegos color negro y rojo

—Le eche agua con buenas intenciones a la consola de Raiko y necesito que la arregles y... —pone la consola de color negro en la repisa—, la de mi hija también—sacó la otra de color rojo.

—No entiendo que quiso decir de que lo hizo con buenas intenciones, pero está bien solo son unos fusibles que se tienen que cambiar.

Unos minutos después, estaba convencido de que no vendría un Saotome, pero se equivocó al entrar un panda con un celular en la mano que dedujo que era de su esposa.

Más tarde, se escucha la puerta y le sonríe al cliente, aunque no entendía porque este día venia gente conocida.

—Sería imposible que tu descompusieras un aparato por maldad—dijo.

Maru solo pestañó y no entendía lo que quiso decir.

—De hecho, vengó por el celular de mi mamá porque lo trajo la semana pasada y le hablaste para decirle que ya podía pasar por él—dijo el propósito de su visita.