Tú aroma [Astro Omegaverse]

1. Lie

1.

Myung Jun y un molesto MinHyuk iban detrás de Moon Bin quien caminaba demasiado nervioso hacia la sala central del castillo. Myung se adelantó y miró a Bin tomando la puerta.
Hubo un silencio entre los tres.

— Abre...— Dijo con una voz dominante, esa voz que poca veces sacaba con sus dos únicos amigos.

La puerta se abrió y los 3 entraron a la sala en silencio y nerviosos, ambos beta fueron noqueado por un dulce olor a fresas.
Exepto Bin quien no fue noqueado, el príncipe estaba completamente embriagado de aquel olor y fue sorprendido por tal belleza.
Y eso le rompió el corazón a MinHyuk.

—Buenos días soy consejero del príncipe Lee Dong Min, los estábamos esperando.— Dijo un chico un poco mas pequeño que Myung Jun.

—Jin Woo descuida puedo hablar yo.— Dijo el llamado Dong Min con una voz baja pero suave.

Era malditamente hermoso y eso distrajo a los 3 que entraron en aquella habitación pero a Bin lo tenía boca abierto sin poder procesar palabras ante el.

«No olvides nuestra promesa.»

Tarde demasiado tarde para Min Hyuk, por que Bin ya había dado unos pasos hacia el lindo omega, sintió su corazón doler y silenciosamente solo como Min Hyuk podía salió de allí, ya no había necesidad.
Por que obvio ese omega tenía todo de su parte, belleza, estatus, y lo más importante;
Un dulce aroma.

🍃🍓

Habían decidido dejar solos a la futura pareja y ambos encargados del bienestar de los principes habían llegado a la cocina.

— ¿Desea un té?— Le pregunto el mayor al rubio que solo asintió. — ¿Que pasó ratoncito? ¿El gato le comió la lengua? — Pregunto coqueto mientras servía una taza.

El ratoncito se sonrojo.

— ¿Acaso tú no eres un simple plebeyo?— Se sentó mirándolo desafiante.

— No...— Myung Jun le dió una sonrisa. — Me parece que me tienes miedo.—

—N-no...

—Descuida soy civilizado, no te voy a comer... ¿O si?

— ¿Me estás coqueteando?

—Puede ser... Me dicen que me gusta romper barreras...

—Y para ti que yo sea un roedor es una barrera...— MyungJun le pasó la taza de té.

—Mírate como tiemblas... Al parecer si.

— ¿Eres beta?— El contrario asintió.

—Al parecer tú igual.— Se acercó a él y olió su cabello. —Solo un suave olor a fresas...— Sonrió divertido al notar que se le había pegado el aroma del bonito príncipe.

—Tu hueles a menta y no de la dulce.— Dejo que se acercara.

—¿A la planta? Sí el olor de Bin es extraño. — Se rió.

—Creo que menta y fresas es un buen olor.

— Y con un poco de crema es un buen platillo.

Ambos suspiraron.

—Nos veremos seguido...— Jinwoo ladeó su cabeza mirándolo con cuidado.

—Eso a mí me encanta.— Respondió Myung Jun con esa sonrisa coqueta.

El ratoncito torno un color sonrojado, tendrá que aguantar eso por mucho tiempo.

🐁

Cada vez que la tristeza se apoderaba de sí, cosa que era bastante seguida... Iba al pueblo. Para los aristócratas reales; osea los que que tenían cargo en la realeza. No estaba permitido aquello y no por su bien si no por el del pueblo.

Plebeyo que le haga daño a un aristócrata real si así desea este, puedes ser asesinado en la guillotina.

Pero cierto chico era terco y jamás le haría daño a un inocente.

Camino con algunas bolsas de compras en sus manos y comía un delicioso pan recién horneado.

— Maldito Bin es un maldito mentiroso ¿Cómo se atreve mirarlo así? ¿Acaso se va a olvidar de mí? Es un estúpido, estúpido y es que ¡Ahhh!— Estaba molesto con Bin pero es que lo conocía y esa mirada que le dió al estúpido principito la conocía. — Malditos omegas.—

Estaba tan sumergido en sus pensamientos que no se fijó en qué momento alguien toma la bolsita que había comprado, alcanzo a verlo y era un cachorro, corrió tras él y el que tenía un cabello blanco entro a un callejón, Min hyuk lo siguió hasta escuchar que el chico se detenía y se ocultó. El  cachorrito volteo y al no ver a nadie se metió en un pequeña esquina.

Cuando lo tuviste todo es difícil entender esas clases de cosas y así fue para Min Hyuk que miró sorprendido el carente lugar.

—¿Caninos?

El pequeño cachorro que emitía un olor a bebé parecido a lilas, se sentó sobre en un cartón mirando lo que había dentro de lo que habia robado, sonrió victorioso al ver comida.
MinHyuk se intentó acercar silenciosamente pero metió demasiado ruido haciendo saltar.

— ¿Qué quieres? — Le hizo una mala cara preocupándose por comer de nuevo.

Min Hyuk se acercó agachándose a su altura.

— ¿Sabes que tu vida está corriendo peligro ahora?— Lo miro frío mientras el menor tembló levemente.

— ¿Quién eres?

— Soy un Park...

Intento retroceder pero la pared se lo impedía.

—Hare cualquier cosa pero no tomes mi vida...

—Mmm... ¿Cualquier cosa? Entonces serás mi esclavo.— El cachorro agachó la cabeza sumiso. —¿Tu nombre?

—SanHa.