El Novio de Mi Hermana → l.h ✔

LVII

-Tú puedes amor -amor... esa palabra...había salido de la boca de Luke- vamos mi amor...yo sé que tu puedes.

-Una vez más -me dijo el doctor- ya viene cariño -pujé un poco más fuerte, un silencio invadió la habitación, segundos más tarde sentí un llanto, el llanto de uno de mis bebés, Luke me miraba y ambos llorábamos emocionados- es una niña, ¿cuál será su nombre?

-Taylor Hemmings Hills-dije sincera, Luke me miró sonriendo,como preguntando si lo que había dicho era real- claro, si tú quieres Luke.

-Claro que quiero -sonrió emocionado.

-Bien, ahora vamos por el segundo -dijo el doctor sonriendo- cuando sientas la contracción, pujas.

-Okay -Luke volvió a tomar mi mano,ahora más sonriente que antes- Luke no me sueltes, por favor.

-Nunca amor -besó mi frente.

-Uno, dos, tres -indicó el doctor y yo pujé- una más Liv...tú puedes -pujé 2 veces y otro llanto se escuchó en la habitación- es un varón.

-¿Un niño? -pregunté sin fuerzas, Luke asintió con sus ojos inundados en lágrimas- se llamará Robert Hemmings Hills.

-Gracias -dijo Luke llorando a mi lado- muchas gracias.

-Te amo Luke -susurré débil- siempre lo hice.

-Yo también te amo princesa...y más ahora que me convertiste en padre -se acercó a mi y me besó dulcemente- es lo más hermoso que me han dado en mi vida entera.

-La que debe agradecer soy yo, me has cuidado durante estos meses y me has hecho feliz -le sonreí.

-Es hora de descansar pequeña -dijo el doctor- en minutos te llevarán a la sala de recuperaciones y ahí podrás ver a tus bebés, felicitaciones.

-Gracias -dijimos al unísono y salió de la habitación.

-Wow! debo llamar a Ashton -dijo Luke emocionado- y contarle lo que ha pasado, ¡Dios! no creerá esto.

-Estará más que feliz...cuando le digas que lo elegimos como el padrino de los niños -caminó hacia la camilla en la que me encontraba aún y me besó- te amo Luke.

-Y yo a ti...mil veces te amo -susurró sobre mis labios y volvió a besarlos- extrañaba tus besos -se puso de pie nuevamente- te quiero preguntar algo.

-Dime.

-Tú... Liv.... eemmm...¿quieres ser mi novia? -preguntó nervioso.

-Mmmm -dudé- claro que sí -sonreí contenta- quiero ser tu novia.

-Gracias por el regalo de ser padre mi amor -acarició mi cabello- es lo mejor que me pudiste haber dado.

-¿Aunque no sean tuyos? -pregunté apenada.

-Desde hoy lo son, tus hijos Luke...tuyos y míos -sonreí y lo besé, por fin entró la enfermera para llevarme a la habitación-

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Editado.

Prisila.