Capítulo 27: Espía.

5K 285 17
                                    

Sus labios eran cálidos y dulces, no demostraban ninguna intención más allá de ese tierno beso. Mis dedos se enredaron en sus cabellos y… me dejé llevar.

Me tomó varios segundos comprender que aquello estaba mal, y cuando lo hice, me aparté de Peeta.

―Esto… está mal ―le dije, confundida.

Él no contestó. Solo se quedó mirándome, desconcertado.

―Por favor, di algo ―supliqué―. No te enfades conmigo.

―Jamás podría enfadarme contigo, ____. Estoy enfadado conmigo mismo ―suspiró―. Cuando te vi, la primera vez que habías sido cosechada, me quedé fascinado con tu belleza pero no podía dejar de preocuparme por el hecho de que quizás te mataran…

―Peeta… ―me interrumpe.

―No, escúchame. La verdad es que, desde que tengo uso de razón, estoy enamorado de Katniss… pero el sentimiento no es mutuo.

Sus palabras fueron como un puñal directo al corazón. Nuevamente me habían usado para reemplazar a otra mujer.

― ¿Entonces? ―lo interrumpí― ¿Desde que me viste en la cosecha me consideraste tu segunda opción? ¿Por si Katniss jamás te correspondía el sentimiento? ―dije firme.

Suspiró.

―No. Katniss jamás habría sido una opción, ella jamás cambiaría sus sentimientos. Hasta el día de hoy no los ha cambiado.

―Me estás diciendo que todo…

―Todo es una farsa. Empezó siendo una simple estrategia para conseguir patrocinadores y… se convirtió en otra cosa, tú sabes.

Me tomé unos segundos para razonar aquello que acababa de escuchar. Las piezas encajaban y comprendí que Peeta no mentía.

―Entonces… ¿Los amantes trágicos…? ―no dije más nada.

―El amante trágico, yo. ―forzó una media sonrisa.

Sentí pena por él. Ya había comprendido todo lo que estaba ocurriendo y después de todo, a ambos nos utilizaron: A mí para reemplazar a otro amor y a él para colaborar con la creación de un ícono fundamental para la rebelión, sin importar lo que de verdad sentíamos; lo hicimos enceguecidos por el amor, ambos éramos amantes trágicos.

Escuchamos unos pasos en las escaleras. Tal vez, por casualidad, alguien bajaba por las escaleras en lugar de utilizar el ascensor… O tal vez nos estaban espiando.

―Si los dos saliéramos con vida de la arena y la rebelión triunfara, no dudaría en irme contigo ―murmuré

Peeta me miró, podía ver ilusión en su mirada.

―Pero… ¿Y Finnick? ―preguntó.

―Soy su amante trágica ―me encogí de hombros.

Él se rio y me tomó del brazo. Ambos nos fuimos de allí.

*****

Mags acariciaba el rostro de Odair, Peeta intentaba calmar los nervios de Katniss, Woof me hablaba y yo… no escuchaba. Estaba prestando atención a todo lo que ocurría en aquella sala.

Una voz pronunció el nombre «Wiress», que era desconocido para mí. A continuación, el tributo femenino del distrito 3, se puso de pie e ingresó a otra sala. A partir de ese momento, en la sala solo quedaban los tributos del distrito 4 hasta los del distrito 12.

Llamaron a Woof y éste se puso de pie, me saludó con una mano e ingresó en la otra sala. La próxima era yo.

Volteé lentamente para ver a las únicas personas conocidas que quedaban allí; Katniss le susurraba algo a Peeta, y de repente empalideció. Luego dirigió su vista al frente y se encontró con mi mirada, le sonreí. Él no hizo ningún gesto, solo apartó su mirada, ignorándome, y continuó hablando con Katniss.

Everything changes {Finnick Odair y tú}Where stories live. Discover now