La Heredera De La Antigua Magia (Draco y Hermione)

Capítulo 8. Por Parejas.

Draco.

¿¿¿Cómo??? ¿¿Que invocase un patronus?? ¿Es que nadie le había dicho al nuevo que los Slytherins no invocaban patronus? Estaba claro que ese profesor tampoco les enseñaría una mierda, al igual que sus predecesores.

— Vamos Draco, me gustaría ver tu patronus y seguro que al resto de tus compañeros también.

— Profesor… como se llame… — dijo el chico despectivamente — Los de la casa Slytherin no perdemos el tiempo invocando patronus. Solemos emplearlo en cosas más…productivas.

— Entiendo… Así que al decir eso me estas dando a entender que no sabes hacerlo, ¿no es así? — preguntó el maestro.

— Yo no he dicho eso.

— Bien, bien, entonces muéstramelo Draco.

Estaba empezando a cabrearse, y mucho. ¿De dónde coño habían sacado a un profesor tan incompetente y necio?

— Le repito, por si antes no me ha oído, que un Slytherin no invoca patronus, es una pérdida innecesaria de tiempo y energía — el rubio lo dijo bajito pero por el tono de su voz era muy notable que estaba cabreado.

— En fin, Draco — dijo el profesor suspirando teatralmente — si no lo sabes invocar, solo tienes que decirlo y te enseñaré, para eso estoy aquí. Pero como dices que ya sabes hacerlo, estoy en mi derecho, como profesor tuyo, de exigirte que me lo muestres.

— Y yo le exijo que me muestre respeto y deje de tutearme, no recuerdo haberle dado permiso para hacerlo — su enfado era cada vez más evidente.

— Touché, señor Malfoy. Yo dejaré de tutearte cuando tú me muestres el exigido respeto a mí, e invoques tu patronus. Pero bueno, como me has dado a entender que los Slytherins no los invocáis, os pondré como trabajo a todos, en especial a los de dicha casa, que me mostréis vuestros patronus. — Se oyeron exclamaciones ahogadas de varios alumnos — Tenéis un mes a partir de hoy. Para aquellos alumnos que no me muestren su patronus dentro de dicho mes, el castigo será…memorable.

¡Maldito profesor de mierda! Por supuesto que sabía como se invocaba un patronus…en la teoría. Lo que no sabían él, y casi con seguridad ningún Slytherin, era cómo hacerlo. Para ello necesitabas un recuerdo bueno, más que bueno, excepcionalmente bueno, un recuerdo hermoso. Y con los de su casa esos recuerdos no abundaban. Lo que él y sus compañeros catalogaban como buenos recuerdos distaba mucho del tipo de recuerdo que se necesitaba para invocar a esas criaturas inútiles. Como por ejemplo las veces que te has acostado con una tía, ganar a cualquier casa rival en un partido de quidditch (y si era posible con heridos), humillar a cualquier sangre sucia… Esos eran básicamente sus buenos recuerdos.

— Y para hacerlo más interesante, os pondréis por parejas — esta vez lo que se oyeron fueron quejas he improperios mal disimulados hacia el docente — por supuesto, yo mismo escogeré las parejas — más improperios. — No sería muy lógico que la pareja estuviese compuesta por dos alumnos que no supiesen invocar un patronus, y viceversa, ¿no creéis? — dijo astutamente el profesor observando los grupos que ya se habían comenzado a formar.

— Profesor Schoiní, señor.

 Cómo no, la empollona tenía que meter baza.

— Dime Hermione, porque puedo tutearte ¿no? — dijo con cierta ironía observando al rubio.

— Claro señor. Verá, el caso es que soy voluntaria en la enfermería y me he matriculado en asignaturas extra, así que me preguntaba si  sería posible que me excluyese de esta tarea ya que tengo bastante trabajo y poco tiempo. Además, sé perfectamente cómo se invoca un patronus.