Capítulo 35.

1.6K 134 40
                                    

(Narra Dani)

-Al final te vas a caer.- Sonrío sin soltar la mano de Mateo, el cual está andando por un bordillo alto intentando mantener el equilibrio.- Y como te descalabres, la culpa me la va a echar tu hermana a mí y me va a dejar de hablar.- Digo parando de andar para que me mire.- Así que, ¿por qué no te bajas mejor?

Se me queda mirando a los ojos unos segundos en los que ladea la cabeza y frunce el ceño como si me estuviese analizando. Es increíble que un niño de tres años me esté incomodando. Finalmente, le bajo al suelo sin que ponga ninguna pega, y desvío la mirada hacia Lorena, la cual está comprándole gusanitos a Alonso en la tienda de en frente. 

-¿Tu quieres a mi hermana?- Me pregunta Mateo de repente, sentándose en el bordillo del que momentos antes le he bajado.

-Claro que quiero a tu hermana.- Sonrío tierno ante su pregunta.- Fíjate si la quiero que os estoy aguantando a Alonso y a ti una tarde entera. ¡Y os he invitado a comer y todo!

-¿Y eso es difícil?- Me pregunta sin entender.

-Es una muestra de amor importante, créeme.- Río sentándome a su lado en el bordillo.- ¿A que viene esa pregunta?

Me hace gracia porque hablar con cualquiera de los dos mellizos Martínez; es como hablar con alguien adulto. Increíble.

-No sé.- Contesta mirando a Lorena.- Yo también la quiero y en todas las pelis las princesas lloran por culpa de los príncipes.

-¿Te preocupa que haga llorar a tu hermana?- Pregunto sonriendo ante tanta ternura, provocando que asienta con la cabeza rápidamente.- Nunca haría nada que la hiciese llorar. La quiero más que a mi vida.

-¿Y eso es mucho?- Me pregunta, de nuevo, sin entender nada.

-Se me olvidaba que tienes tres años.- Suelto una carcajada mirándole.- Cuando seas un poco más mayor te lo explicaré. 

Asiente y mira al frente esperando a que Lorena salga junto a su hermano y sus ansiados gusanitos.

Al final no hemos ido al cine porque ha sido misión imposible mantenerles callados y quietos en una butaca; así que hemos optado por venir a un parque con columpios a pasar el resto de la tarde. 

-¿De qué habláis?- Pregunta Lorena poniéndose en frente de nosotros para mirarnos.- Toma, Mateo. No te manches mucho, por favor.- Ruega dándole su bolsa de gusanitos.

-Si me mancho se limpia.- Susurra empezando a comer.

-¡Te echo una carrera hasta el tobogán!- Exclama Alonso empezando a correr hacia el parque, haciendo que todos los gusanitos se les vayan cayendo a medido que corre.

-¡Eso es trampa!- Grita Mateo echándose a correr tras él.- ¡Tu has empezado antes!

-Vaya dos.- Río entrelazando mis dedos con los de Lorena para comenzar a andar hacia un banco del parque infantil.- ¿Cómo les aguantas tanto tiempo?

-Con mucho amor y mucha paciencia.- Sonríe cuando nos sentamos.- Igual que a ti.

-Me vas a comparar con Zipi y Zape.- Me molesto soltando una carcajada.- Yo soy mil veces mejor.

-No sabría decirte quién es más insoportable.- Bromea acercándose peligrosamente a mi boca.- Qué guapo eres así de cerca.

-Te quiero.- Susurro después de reír, acercándome a su boca decidido.- Te quiero.- Repito justo antes de besar sus labios.

No hay verano sin beso [RESUBIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora