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N/A: Richie y Eddie tienen 29 años.

narrador omnisciente.

Eddie estaba recogiendo la mesa, ya que habían terminado de cenar él y sus hijos adoptivos con Richie, Rose, que tenía 6 años, y Noah, de 4 años.

Era la noche de año nuevo, Richie estaba en la guerra, pero prometió que volvería para esa noche.

Eddie estaba acostando a Rose y esperando a que Noah subiese, pero Rose le preguntó algo.

– ¿Cuándo viene papá? – Rose sonrió esperando una respuesta positiva de parte de su otro padre.

– Cielo, no sé si papá vendrá... – Eddie confesó poniendo uno de los mechones rojos de su hija detrás de su oreja.

– ¿Qué? ¡Papá lo prometió! ¡Papá nos ha mentido! – Noah corrió escaleras abajo mientras lloraba.

– ¡Noah! – Eddie gritó para salir corriendo detrás del niño.

Mientras Eddie trataba de pillar a Noah, el teléfono sonó. Era Richie.

– Eddie... – Richie sonaba como si estuviese llorando.

– ¿R-Richie? – Eddie sonrió, pero era inevitable no llorar al escuchar la voz de Richie así.

– Mira, no sé si podré llegar a casa, dile a Rose que la quiero mucho y a Noah también. – Richie volvió a romper a llorar.

– ¿Qué? ¿Qué pasa? – Eddie temblaba.

– Te quiero mucho Eds... – La llamada se cortó.

Eddie tapó su boca con las manos para echarse a llorar. Corrió al baño para que sus hijos no le viesen así, pero tuvo que salir ya que el timbre sonó.

Eddie abrió limpiándose las lágrimas y sintiendo a Rose asomarse también desde el final de la escalera.

En la puerta había como una especie de cartero, vestido de negro.

– Lo sentimos mucho, señor Tozier. – Dijo y le dejó una carta en sus manos.

Lo siento Eddie.

Era lo único que ponía en la carta.

Eddie frunció el ceño y volvió a mirar al cartero, que se retiró dejando ver a otra persona.

A Richie.

– ¡Richie! – Eddie corrió hacia los brazos de su marido quien reía mirando a su hija mirarle con la boca abierta.

– ¡Papá! – Rose abrazó su pierna mientras sonreía.

– Perdón por la broma Eddie, pero necesitaba hacer una entrada triunfal. – Volvió a reír y Eddie le miró mal, con los ojos llenos de lágrimas, pero esta vez de felicidad.

– ¿Por qué me has hecho creer que estabas muerto? ¿Eres idiota? – Eddie escondió su cara en el cuello de Richie.

– Lo siento, Eds, Oye ¿Dónde está Noah? – Richie se separó un poco de Eddie, cogiendo a su hija en brazos.

– Está enfadado, él creía que nos habías mentido por decirnos que estarías aquí en año nuevo, pero no nos has mentido. – Rose rio buscando con la mirada a su hermano pequeño.

– Vamos a buscarlo. – Richie buscó a su hijo menor por todos los rincones de la casa, había mirado en todas partes menos en uno, el sótano.

– Está ahí. – Susurró Rose señalando a su hermano y bajando de los brazos de su padre.

– ¿Noah, es Noah Tozier? Le están buscando. – Richie imitaba a un oficial de policía, pero, como siempre, era una pésima imitación.

– ¡Papá! – Noah se giró y corrió a los brazos de su padre, tal y como Eddie y Rose habían hecho.

Richie cogió a Rose en un brazo y a Noah en el otro y subió las escaleras buscando a Eddie, que estaba en el sofá esperándoles.

– Van a dar las doce, sentaos. – Eddie dijo haciéndole un hueco a Richie. Noah y Rose se sentaron juntos delante de la televisión.

Tres, dos, uno, el reloj dio las doce y Richie besó a Eddie dejándolo sin palabras. Rose abrazó a Noah y este puso una cara de asco ya que era raro que Rose fuese cariñosa, pero no rechazó el abrazo.

– Feliz año nuevo, Eddie. – Richie tomó la mano de Eddie.

– Feliz año nuevo, Richie. – Le dio otro suave beso y apoyó su cabeza en el pecho de Richie.

N/A Iba a matar a Richie, pERO ME ARREPENTÍ

shadow of the sun ; reddie one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora