18

818 128 37
                                    

narra Richie.

Había ido a una nueva cafetería que habían abierto unas calle más abajo de la mía.

En el mostrador había un chico un polo rosa y unos pantalones cortos a juego, el pelo peinado hacia el lado y unos calcetines largos que sobresalían de sus zapatos.

– ¡Eddie cariño, atiende tu a los clientes mientras yo recojo un poco la cocina! – Le dijo una mujer a aquel chico, y juraría que la mujer era su madre.

El chico tenía los pómulos rosas y unas cuantas pecas encima de estas, se me hacía muy tierno.

Me acerqué y me puse nervioso. Vamos Richie, es solo un chico.

– ¡Hola! – Sonrió el chico haciendo que mi corazón quisiese salir del pecho.

– Hola. – Traté de no parecer nervioso y creo que funcionó.

– ¿Qué vas a tomar? – Me miró

– Un batido de chocolate. – Sonreí y el asintió sacando el batido de un refrigerador.

– Aquí está. – Volvió a sonreír haciendo que me lo quisiera comer a besos.

– Gracias. – Pagué y me senté en una de las mesas, una en la cual pudiese verlo.

Siguió atendiendo a la gente y siempre con una sonrisa la cual me parecía preciosa. Oh vamos Richie ¿Te has enamorado de un chico del cual no conoces nada y probablemente ni le gustes o incluso tenga pareja?

Terminé mi batido y salí de allí para llegar a casa con el pensamiento de volver al día siguiente, claro.

[...]

Pasó un mes y yo seguí yendo todos los días, Eddie, ya que me dijo su nombre, y yo nos habíamos hecho algo más cercanos.

Pero hubo un día que no fui, y al día siguiente a ese me acerqué a la cafetería a pedir lo mismo de siempre.

– ¡Richie! – Eddie me vio aparecer por la puerta y sonrió.

– Hola Eddie. – Sonreí acercándome al mostrador.

–¿Porqué no viniste ayer? Te eché de menos. – Susurró lo último mientras agachaba su cabeza sonrojado.

– Oh, eh yo ayer estaba castigado así que no pude venir a verte, o sea a por mi batido. – Reí nervioso rascando mi nunca y el soltó una risita suave.

– Bueno, te lo perdono. ¿Lo mismo de siempre? – Preguntó y yo asentí.

– Oye Eddie, ¿cuándo acabes podemos hablar? – Pregunté mirando como sacaba mi batido.

– Claro, en unos 20 minutos le pido a mi madre que se ponga ella aquí y me voy contigo. – Me dio el batido y no aceptó el dinero

– Eddie te he dejado el dinero ahí. – Señalé con la mirada las monedas y el negó.

– Invito yo. – Me sonrió y yo como un idiota solo me sonrojé.

– No hace falta...– Le acerqué el dinero y el me lo puso más cerca mía haciendo que nuestras manos se rozasen levemente.

– No te preocupes Richie, te gastas mucho dinero en batidos y por invitarte a uno no va a pasar nada. – Guiñó un ojo y yo sentí mis mejillas arder de manera que no podía esconderlo.

Me encogí de hombros y le di las gracias para sentarme en el sitio de siempre.

Estaba tranquilo mirando por la ventana cuando escuché unos gritos en la parte de el mostrador de parte de un hombre de mediana edad con cabellos marrones.

– ¡Esto está asqueroso, quiero mi maldito dinero! ¿Me oyes? ¡Devuélveme el dinero! – Agarró a Eddie de la camiseta sin importarle el daño que podría hacerle ni que había un mostrador en medio.

– L-Lo siento pero no se hacen devoluciones...– Vi a Eddie decir casi en un susurro.

– ¡Qué quiero mi dinero! – Todo el restaurante lo veía pero nadie hacía nada. Así que saqué valentía de algún lado y me acerqué a el hombre.

– ¿No te da vergüenza que a tu edad le grites a un niño de 12 solo por no gustarte lo qué  sea que hayas pedido? – dije y el hombre soltó a Eddie quién corrió a los brazos de su madre.

– Niñato. – Musitó y salió de la cafetería dando fuertes pisotones.

Sentí unos brazos alrededor de mi pecho y me encontré a Eddie escondiendo su cabeza en mi cuello.

– Gracias Richie. – Susurró.

– No tienes que darlas Eddie. – Acaricié su pelo y el levantó su mirada y me miró.

Suspiré pesadamente y dirigí mi mirada a sus labios. Si tenía valentía para decirle eso a aquel hombre, también la tendría para darle un simple beso.

Y se lo di.

Y el lo siguió.

Y fue el mejor día de mi vida.

shadow of the sun ; reddie one shotsWhere stories live. Discover now