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continuación del capítulo 12.

narrador omnsisciente

Richie se quedó a dormir en casa de Eddie aquel día y cuando despertasen irían a la playa juntos. Durmieron abrazados el uno al otro con una sonrisa enorme.

Cuando despertaron hicieron el desayuno juntos, lo dejaron todo perdido y manchado de migas de pan y de galletas, pero no les importaba, estaban demasiado felices como para pensar en eso ahora.

Cuando acabaron de desayunar subieron a la habitación y se pusieron los bañadores — no, no se cambiaron juntos, el Smut todavía no.—

Sonia Kaspbrak, la madre de Eddie, los llevó a la playa y se fue ya que tenía cosas que hacer en casa.

Pusieron sus toallas una al lado de la otra, se quitaron la camiseta y corrieron al agua riendo y salpicando arena.

Richie saltó encima de Eddie y este se cayó ya que no se lo esperaba haciendo que él cayese también.

– ¡Richie! –Eddie gritó riendo y salpicandole agua.

– Tenía que hacerlo, lo siento. –Rio también y le revolvió el pelo mojado.

– Aún no me creo que estés aquí. –Eddie le abrazó fuerte cerrando sus ojos y sonriendo.

– Yo tampoco Eds, es genial saber que eres real y que te puedo abrazar todo lo que quiera. – Le devolvió el abrazo y sonrió.

– Richie...¿Qué te tengo dicho con lo de llamarme Eds? – Eddie alzó la cabeza mirándole justo a los labios.

– Vamos, déjame llamarte así mientras esté aquí.– Richie le miró

Eddie asintió y se puso de puntillas para darle otro beso haciendo que se sonrojase.

Richie comenzó a andar hacia atrás sin separarse de su querido Eddie cuando de repente tropezó con una piedra que había en el agua haciendo que, otra vez, se cayesen.

La marea ahora no era muy alta y esto hacía que el agua no les cubriese mucho.

Richie se sentó en la arena con la mitad del cuerpo en el agua y la otra mitad fuera. Eddie se sentó en su regazo y le abrazó el cuello con los brazos.

– No te vayas...– Eddie puso una cara triste haciendo que el corazón de Richie se rompiese un poco.

– Eddie si dependiese de mi yo viviría aquí, contigo, pero no puedo. – Richie besó una de las mejillas de el pequeño y este empezó a llorar un poco.

– Richie te necesito aquí conmigo. – Eddie le miró con lágrimas en los ojos y ahí fue cuando Richie sintió su corazón arder.

– No llores, por favor no llores. – Richie lo abrazó fuerte

– Vamos a la toalla, allí estaremos mejor. – Eddie intentó sonreír para no poner mal a Richie.

[...]

Después de la playa volvieron a casa y se pasaron toda la noche en vela viendo películas de miedo y alguna que otra de comedia.

Richie tenía a Eddie sentado en sus piernas y este en las suyas tenía las palomitas.

– Eds tengo sueño. – Richie bostezó apoyando su barbilla en el hombro de éste.

– Yo también, vamos a dormir. – Eddie apagó la tele y fueron hacia el cuarto de Eddie, y volvieron a dormir toda la noche juntos, sin que nada malo les pasase, solo ellos durmiendo.

[...]

El domingo, último día, pasaron el día en el parque más grande de la ciudad y allí jugaron, rieron, se cayeron, se dieron algún que otro beso, pero sobretodo disfrutaron al máximo, no querían pensar cual podría ser la última vez que se verían.

Por la noche Richie volvió a quedarse a dormir en casa de Eddie, pero esta no durmieron, hablaron, contaron historias y, otra vez, cayó algún que otro beso.

[...]

Lunes, Richie tenía que volver a casa de nuevo, y llegaba aquella parte que no quería que llegase, la despedida.

Richie hizo la maleta mientras lloraba y Eddie le abrazaba la cintura llorando también, no querían despedirse, querían estar juntos siempre.

Los padres de Richie aparcaron en la puerta de Eddie y Richie salió por esta. El padre de Richie guardó su maleta en el maletero.

– Papá, mamá ¿puedo despedirme de Eddie? – Richie dijo limpiándose las lágrimas.

Sus padres asintieron con una sonrisa triste.

Richie se lanzó a por Eddie y lo abrazó mojando toda su camiseta de lágrimas, y el pequeño hacia lo mismo.

– Te voy a echar de menos, mucho, no sabes cuanto. – Richie le susurró en el oído.

– Y yo Richie, muchísimo. – Saltó y rodeó la cintura de este con sus piernas.

Richie lo dejó en el suelo y le dio un beso suave pero que se les hizo eterno.

Richie se sentó en el coche mirando por la ventana a Eddie abrazando a su madre mientras lloraba más y más.

El coche arrancó y ahí terminó aquel fin de semana para Richie y Eddie.

A saber cuando se volverían a ver.

N/A CAPITULO UN POCO MÁS LARGO Y SAD SORRY JSJSJ

-4 para el Smut je.

shadow of the sun ; reddie one shotsWhere stories live. Discover now