¿Nuevos amigos?

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"Daryl frunció el ceño y acorraló a Green contra el tronco del árbol, usando su cuerpo para inmovilizarla. Sujetó las muñecas de la muchacha por arriba de su cabeza y se acercó a su rostro, quedando a centímetros de sus labios.

-¿Qué mierda crees que haces?-Green se removió, furiosa sin entender lo que estaba haciendo. Conocía a Daryl lo suficiente para saber cuándo las situaciones tenían un toque sexual y esta no lo tenía en lo absoluto.

-¿Qué mierda te pasa a ti ¿Acaso te gusta Shane?¿Andas acostándote con él?-Murmuró entre dientes.

-¡¿Estás loco?! No te tiene que importar con quién me acuesto, después de todo no somos nada, ¿no?-Green se aclaró la garganta, sintiendo que su voz se quebraba ligeramente.

-No somos nada, aun así, no te creía una zorra...-Daryl se encogió sobre si mismo, sujetándose los testículos con dolor.-¿QUÉ MIERDA ESTÁ MAL CONTIGO?

-¿Conmigo? ¿CONMIGO? No tienes ningún derecho de tratarme de zorra, idiota.-Se quitó unas solitarias lágrimas de las mejillas.-Te odio, Dixon."

Me desperté al escuchar gruñidos de Sombra. Lo busqué con la mirada y tragué grueso al verlo con el pelaje erizado y enseñando los dientes a la...nada.

Dios, está ladrándole a un fantasma. Lo que faltaba, fantasmas en el apocalipsis.

-Me estoy volviendo loca...-Murmuré, levantándome con chuchillo en mano.

Me restregué los ojos, despabilando por completo y troné mi cuello, preparándome para lo que sea que estuviese erizando el pelaje de mi lobo.

-A la cuenta de tres, voy a abrir la puerta y saltas sobre lo que sea que esté fuera. Listo...1,2 y 3.

Abrí la puerta y Sombra saltó sobre un hombre, tumbándolo de inmediato. Abrí los ojos como platos, sorprendida de que Sombra no le hubiese arrancado la cabeza todavía.

-Muévanse un milímetro y mi lobo le arrancará la cara a...-Me quedé callada al ver el gran parecido que ese hombre tenía con Daryl. Un maldito parecido que me heló la sangre.

-Chicas, hagan lo que ella les dice.-La voz del hombre no tembló, provocando que enarcara una ceja.

Es decir, tenía a un lobo a centímetros de su rostro, gruñendo y enseñando los dientes, ¿quién en su sano juicio estaría tan calmado?

Bueno, si te enfrentas continuamente con los caminantes, un lobo es poca cosa.

-Solo venimos a buscar un medicamento, nada más.-Murmuró una de las mujeres, la mayor, alzando los brazos.-Mi hermana...tiene diabetes y necesitamos insulina, con urgencia.

Vi a la mujer, una adolescente en realidad, medio escondida detrás de su hermana y lucía bastante pálida. No parecía que se fuese a morir en cualquier momento, pero las ojeras que tenía debajo de los ojos me hacían dudar de su estado físico.

Del estado físico de los tres en realidad.

-Sombra, aquí.

Sombra lanzó un último gruñido y se bajó del pecho del hombre, caminando hasta colocarse quedarse parado al lado mío, sin bajar la guardia. El hombre se levantó del suelo, siempre enseñando sus manos y se posicionó al frente de la mujer mayor, protegiéndolas.

-¿Acaso piensas hacernos daño con esa cosa?-Se burló el hombre, señalando el cuchillo.

-No sabes lo que puedo hacer con esto, cariño. Y no olvides a mi lobo, él es más peligroso que yo y no puedes razonar con él.-Solté un suspiro y negué con la cabeza.-Pero no, no les haré daño. Creo que la ruta ya los tiene bastante dañados.

Caminé hacía la entrada y abrí la puerta, invitándolos a pasar con un ademan de mi mano.

-¡Tina! No puedes ir, así como si nada.-Gritó la mujer mayor al ver como su hermana avanzaba sin reparos.

-No seas exagerada, Sherry. Si nos hubiese querido hacer daño o algo así, lo habría hecho.-Me sonrió y se giró, haciendo una mueca divertida a su hermana.- Vamos ¡podría haberle arrancado la cara a Dwight! Su lobo, quiero decir y quizás debió hacerlo, así lo arreglaba un poco.

-¡Por Dios, Tina!-Dwight se golpeó la frente y negó con la cabeza.

No pude evitar soltar una pequeña risa al ver lo frustrado que estaba Dwight. Negó con la cabeza y caminó molesto hacia la entrada, seguido por Sherry rápidamente. Miré los alrededores, cerciorándome de que no hubiese un caminante u otra amenaza cerca y cerré la puerta, dejando que Sombra fuese a cazar algo.

−Creo que eres un poco desordenada, ¿no?−Comentó cogiendo uno de mis sostenes.

-No esperaba...¿visitas?-Le quité el sostén de su manos y lo arrojé detrás del mostrador.

-¿Puedo comer algo? Estoy muriendo de hambre y siento que me voy a desmayar en cualquier momento.-Preguntó Tina, cogiendo unas galletas.

-Claro, pueden comer lo que quieran.

Tina dio un pequeño chillido de felicidad y abrió el paquete de galletas, devorándolas de inmediato. Sherry hizo lo mismo con un paquete de frutos secos y Dwight...Él se mantenía alerta, mirando todo y sin quitar la vista de mi y de las chicas.

-Cariño, no hemos comido bien en varios días...Vamos, no nos hará daño, ¿cierto...?

-Green. Me llamo Green y sí, ella tiene razón...No les haré nada.-Cogí una coca-cola y la abrí, dándole un gran sorbo.-Todavía quedan personas buenas.

-¿Tú eres una persona buena?-La mirada que me dio Dwight logró congelarme.

¿Soy una buena persona?

-¿Ustedes...tú lo eres?-Contrataqué, cruzándome de brazos.

-Lo más que se puede ser en un mundo como este.-Contestó, agarrando una barra de chocolate y una botella de agua. 

Sobreviviendo a la muerte (Daryl Dixon) [Publicaciones lentas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora