JanDi empezó a llorar y lo abrazó. Ji Hoo... su amigo, su compañero, confidente, el hombre que siempre estaba a su lado cuando lo necesitaba. ¿Que haría ahora sin él?

Nuevamente, como si le leyera el pensamiento, Ji Hoo le dijo:

- Siempre estaré pendiente de ti JanDi. Si Gu Jun Pyo te hace llorar, solo tienes que llamarme.-

JanDi se rió entre lágrimas. Se soltó del abrazo y lo miró a los ojos.

-No sé qué decir... no es justo...-

Ji Hoo la volvió a abrazar – simplemente, dime que serás feliz. Gu Jun Pyo es y será siempre tu destino inevitable. -

JanDi lentamente se separó de él pero no soltó sus manos y lo vio con lágrimas en los ojos. Ji Hoo también, pero mantuvo la compostura. Si lloraba no querría irse.

-Adiós, JanDi.-

Ji Hoo la besó en la frente y sin más, se dio media vuelta y salió. Se quedó un rato detrás de la puerta, tomó aire (le hacía falta) y sonrió. 

Se dirigió caminando hacia la salida. Lo demás ya quedaba en manos de JanDi y Gu Jun Pyo.

*
*

3 DIAS ANTES

Gu Jun Pyo recibió la llamada de Ji Hoo al segundo día de su llegada a Corea. El primer día que llegó había ubicado a JanDi y esperaba el momento preciso para hablarle. Pero Ji Hoo se adelantó. De alguna forma esperaba su llamada. Se presentó en el lugar de la cita temprano, como acordaron. Jun Pyo se encontraba ansioso. Había preparado una lista de palabras y reclamos para decirle a Ji Hoo pero se preguntaba si no sería mejor seguir golpeándolo. Mientras analizaba la situación, Ji Hoo llegó. Se veía cansado, pero tranquilo. Jun Pyo lo miró con recelo. Tomó asiento.

-Gu Jun Pyo – empezó a hablar Ji Hoo, - no te haré perder mucho tiempo.-

Jun Pyo no habló, esperaba, uno de sus puños cerrado fuertemente, aguantando las ganas de liberarse.

-Sé que amas a JanDi, sé que harás hasta lo imposible por hacerla feliz y se también, que ella no será feliz sino es contigo. -

-JanDi es la única persona que amo y que podré amar – contestó fríamente Jun Pyo.

-JanDi ha recuperado la memoria. – dijo Ji Hoo

-Lo sé.-

Ji Hoo no preguntó cómo Jun Pyo se había enterado. Continuó.

-Prométeme por favor, que tu vida estará dedicada a hacerla feliz. A que no derramará más lágrimas. Al menos, no por tu causa.-

-No necesito prometerte eso.-

-Prométemelo.

-Te doy mi palabra. – Jun Pyo se dio cuenta que Ji Hoo estaba muy serio.

-El sábado es la boda – continuó Ji Hoo.

-No habrá tal boda – contestó enfurecido Jun Pyo. Su carácter impulsivo nuevamente saliendo a flote.

Ji Hoo bebió un poco de café que les habían servido minutos antes, para continuar.

– La boda se efectuará pero no conmigo.-

Jun Pyo se sorprendió al oír esto, pero Ji Hoo lo calmó inmediatamente al explicarle que él no se casaría con JanDi, que le dejaba su lugar. 

-Lo único que te pido, es que me des estos 3 días que quedan para estar con ella. Quisiera crear recuerdos con ella, como le prometí cuando había perdido la memoria.-

Destino InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora