Capítulo 5: La cita

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Domingo, el primer día de la semana, el último antes de las clases, un día para descansar. El despertador suena a las 11:00 a.m., Damián se levanta de la cama de un salto y con una gran sonrisa en su boca. Baja a desayunar y se encuentra con Lucia mirándolo con atención, le hace unas señas con los ojos que él no es capaz de entender. Entonces aparece el padre de Damián y le pregunta:

- Hijo, ¿Por qué llevas puestos lentes de contactos?

- ¿Qué?

- Tienes los ojos de color naranja brillante.

- Ah eso. Me los puse por hacer una gracia con mis amigos.

- Mejor sácatelos antes de que se te queden pegados y no creo que le gusten a la chica con quien vas a salir hoy.

- No sé de qué hablas. – dijo desviando la mirada apropósito.

- Ya me lo contaron tu hermana y tu madre.

- Da igual, te ibas a enterar en cualquier momento.

- Bueno campeón, no te sobrepases que es la primera vez que salís con una chica.

- No voy a hacerlo, y bueno es lo que pasa cuando todas las chicas del grado solo miran al grupo de deportistas.

- Es verdad eso pasa, dime ¿Es linda?

- Es hermosa. Tanto que mirar su esplendor quema tus ojos. – dijo con los ojos desorbitados.

- Ya estas pensando en cosas de adultos. –bromeó Lucia.

- Lucia no digas eso de tu hermano, está en una etapa complicada, vos también la vas a sufrir.

- Si. Es una etapa complicada. – replicó Damián.

Después de ese comentario padre, hijo e hija se rieron y se dirigieron a la cocina a desayunar. Luego de desayunar Damián y Lucia se pusieron a jugar un videojuego de luchas ya que no pudieron jugar ayer. Mientras jugaban Lucia le preguntó:

- Si vas a empezar a salir con esta chica muy seguido ¿Ya no vas a poder jugar conmigo?

- No, tampoco es que vayamos a salir muy seguido, creo que es solo esta vez, pero no dejaría de jugar contigo, es divertido y no quiero que te aburras.

- Entonces la próxima vez que salgas con alguien quiero que sea conmigo.

- ¿Qué? – respondió confundido.

- Quiero que me lleves al centro de juegos porque quiero probar el nuevo videojuego de carreras.

- Ahh. Pero si ya tenemos uno en la consola.

- No es lo mismo, en ese entras en una cabina con una pantalla muy grande, tiene los pedales de aceleración y freno, y también un volante.

- Puedes ir con papá.

- No, siempre está ocupado y es muy malo jugando, quiero jugar con vos para seguir demostrando quien es la mejor.

- Solo quieres reírte cuando yo pierda. – dijo algo molesto.

- Puede ser. – dijo con una sonrisa burlona en el rostro.

- ¿Que voy a hacer contigo?

- Te quiero mucho.

- Yo también.

- ¿Entonces me vas a llevar?

- Primero tengo que saber que días tengo libre.

- Ufa – dijo hinchando los cachetes.

- ¡Damián, hace lo que tu hermana dice! – se escuchó la voz del padre.

El heredero de Lucifer N°1: SoberbiaWhere stories live. Discover now