Capítulo 15: "Fracaso y resignación"

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Ya estaba por cumplirse el mes de que se habían dado como límite el grupo de terapeutas que habían decidido quedarse para seguir investigando "El caso de la muñeca de porcelana". Desde la partida de los demás terapeutas hasta la fecha no había habido mayor avance en el comportamiento de Milk, ella seguía igual, era una muñeca a la cual se le daba una orden en sus terapias y la hacía a pesar de que sus pensamientos parecían estar en otro lado, eso sí ella no hablaba, ni sonreía y seguía viendo a la ventana mientras sujetaba su pequeña muñeca de porcelana a la cual solo la dejaba para dormir pues allí ella dormía abrazada a un pequeño osito de peluche, ello lo sabían por el padre de la pelinegra.

Oficina:
Un grupo de terapeutas platicaban.

En unos días nos vamos y la verdad yo en lo personal me voy muy triste pues no e podido ser de gran ayuda para esa niña, decía uno de los terapeutas extranjeros.

No es culpa de usted, el problema de que su caso sea un fracaso es ella, no quiere colaborar con nosotros, dijo otro de los terapeutas.

Tal vez ella es feliz en su mundo, finalmente no esta haciendo daño a nadie, no es dependiente de nadie, se viste, se lava, toma sus alimentos sola y usa los servicios higiénicos sola, su único problema es su mutismo, ese estado de autismo, pero si ella no quiere dejarse ayudar pues nadie podrá sacarla de ese mundo, dijo otro de los terapeutas.

¿Qué están queriéndome decir?, dijo la doctora Laurean.

Lo lamento doctora Laurean pero ya no podemos seguir con este caso, en lo personal es un fracaso profesional para mí pero ya no encuentro ninguna forma de ayudar a esa niña y pues ya no podemos quedarnos más, tal vez como dice mi colega, si ella no se deja ayudar nadie podrá sacarla de ese mundo en el que por lo visto ella esta muy feliz, yo le recomiendo que de ahora en adelante sus terapias sean con el padre de la señorita Ox, él tiene que aprender a vivir con su hija en ese estado de autismo, él tiene que seguir con su vida y dejar que su hija siga con la suya, dijo el jefe de los terapeutas.

Me está diciendo que su padre también renuncie a buscar alguna forma de que su hija vuelva hacer la de antes, dijo al doctora Laurean con tristeza.

Si, doctora Laurean, es lo mejor, su mundo no puede girar en base a su hija, ella no saldrá de ese estado, ya hicimos todo lo posible y no a dado resultado, dijo el jefe del equipo de terapeutas extranjeros mientras los demás asentían.

Laurean yo creo que él doctor tiene razón, ya no tiene caso seguir con esto, solo estamos causándole un estrés interno a esa joven, dijo el doctor Cho.

Tú también, dijo la doctora Laurean con nostalgia.

Si Laurean ya no puedo seguir, tenemos muchos pacientes aquí que atender y por estar tratando de resolver la incógnita del caso Ox hemos estado dejando de atenderlos como se debe, dijo el doctor Cho.

Eso no es cierto, otros doctores se están haciendo cargo de esos casos, dijo la doctora Laurean.

Si es cierto, pero ya no pienso continuar Laurean, dijo el doctor Cho aunándose a su renuncia al "Caso Ox" los demás integrantes del equipo de terapeutas de la doctora Laurean.

Está bien, me quedo sola y mis alumnos, con ellos me bastaré para seguir adelante con el caso de Milk, gracias por su tiempo, gracias por su aportes, le comunicare esto al señor Ox, dijo la doctora Laurean.

Horas después: "Casa Ox"

La doctora Laurean le comentaba al padre de la pelinegra sobre la renuncia de los terapeutas al caso de Milk días antes de que se cumpla el mes que ellos habían puesto como limite para terminar con las terapias.

"Igual que ayer"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora