Capítulo 8: "Hipótesis y proposición"

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La doctora Laurean miraba a la pelinegra mientras pensaba: Su actitud es extraña, se me ocurren muchas hipótesis sobre su caso aunque no es demencia lo que tiene al menos yo no lo veo así, puede ser que tras ese terrible episodio que le toco vivir este sufriendo de un autismo postraumático, son pocos los casos en el mundo de estos diagnósticos, pero bien podría ser aunque también puede ser una depresión severa aunado a un síndrome de no aceptación de la realidad, aunque se me ocurren otras hipótesis más, creo que sería bueno que ella sea internada para una mejor evaluación.

La doctora luego de algunos minutos de observar a la pelinegra salio de la habitación de esta y fue a la sala a hablar con el padre de la jovencita quien la invito a tomar asiento en la sala.

¿Cómo ve a mi hija?, ¿podrá volver hacer la de antes?, decía el padre de la pelinegra.

Como le dije su recuperación no solo dependerá de mi sino de ella y de su apoyo, le voy a ser sincera se me es muy difícil darle un diagnostico ahora, tengo que someterlas algunas pruebas para poder dar con el diagnostico, ahora tengo muchas hipótesis en mente pero ninguna concreta aún ya que su hija tiene algunos signos de esas hipótesis pero también tiene la de otras, decía la doctora.

¿Entonces que me sugiere?; dijo el padre de la pelinegra.

Internarla, por un tiempo, si ella está cruzando por un proceso de duelo y no lo puede superar sola en el internamiento la podremos ayudar mucho mejor que aquí en su casa, en el centro de reposo contamos con personal altamente calificado que se harán cargo de su cuidado, cuando veamos que ella empieza a mostrar indicios de mejora le daremos el alta y las indicaciones para que vuelva a casa, mi mayor reto será hacer que ella me mire y me responda aunque sea una palabra, no se si sea un autismo post traumático lo que su hija tiene o por qué se está comportando de está forma, pero tenemos que evitar que este problema siga avanzando más y más y termine por destruir la mente de su hija, decía la doctora.

Me está tratando de decir que mi hija se está volviendo loca, dijo el señor Ox con tristeza.

No, claro que no, no puedo decirle algo así, pero si no la tratamos a tiempo ella podía acabar en ese estado, decía la doctora.

Internarla, no, mi hija moriría de tristeza y yo también, mejor tráigame a esos especialista aquí a mi casa, yo les pago lo que ellos digan pero que vengan aquí, decía el señor Ox.

Eso es imposible en su casa no contamos con los equipos y materiales necesarios para su tratamiento, para sus terapias, decía la mujer.

No, buscare a otro terapeuta, alguien tiene que estar dispuesto a venir aquí a mi casa a trabajar con mi hija, decía el señor Ox con tristeza.

Le propongo algo, dijo la mujer.

¿Qué?, dijo el señor Ox.

Internaremos a Milk solo por el tiempo que duren los exámenes, luego la traeremos a su casa, yo me haré cargo del caso de su hija, enviare a mis alumnos para que le hagan seguimiento durante el día ya que yo no puedo estar perenne con ella, pero vendré a verla un par de horas al día para evaluarla cuando ya este en casa, ¿qué le parece?, dijo la doctora.

¿Cuánto tiempo estará internada para esos exámenes?, dijo el señor Ox.

Un máximo de dos semanas, dijo la mujer.

Dos semanas, dijo con tristeza el padre de la pelinegra.

Si, créame que lo entiendo, como madre lo entiendo a usted y a su hija, pues yo pase por un duelo similar cuando perdía a mi esposo y a mi única hija en un accidente de transito, el dolor es terrible, sentí morirme caí en depresión sino hubiese sido por mis padres que a tiempo me llevaron con un terapeuta no se que abría sido de mí, gracias a esa experiencia me di cuenta de que yo no era la única que sufría en mi dolor sino también mi familia y por ellos salí adelante, decidí estudiar psiquiatría y ayudar a personas que como yo pasen por algún estado traumático en la vida, dijo la doctora con calma dejando sorprendido al padre de la pelinegra

"Igual que ayer"Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz