19. Recuerdos.

363 19 0
                                    

Mientras Almudena mira las fotos buscando el mínimo error, aprovecho para acercarme a Hugo.
-Hola. -comienzo diciendo.
-Hola.
-No sé si te acordarás de mí.
-Hemos hablado hace un minuto ¿No?
-Me refiero a que fuimos al Instituto juntos. -confieso.
-¿Enserio? Creo que te estás confundiendo, en mi Instituto no había chicas tan guapas como tú. -dice guiñándome un ojo.
-En esa época no era tan guapa. A ver si con esto te acuerdas: Alba la frente aeropuerto, Alba la orejas dumbo, Alba la cuatro ojos, Alba la del aparato, Alba la cuerpo elefante... ¿Te acuerdas ya?
-¡Ostia! ¡Alba Calva!
-Eso. Se me había olvidado ese apodo.
-Has cambiado muchísimo! Ahora estás preciosa. -dice despertando un ligero rubor en mis mejillas.
-¿Os conocéis? -pregunta su hermana.
-Sí, fuimos al Instituto juntos. -contesta Hugo.- Bueno... dame tu número y nos mantenemos en contacto.
-De acuerdo, ¡tenemos muchas cosas de las que hablar! -digo sonriendo.
Intercambiamos números y nos despedimos. Holland y Crystal siguen esperándome.
-¿Qué se siente al ser famosa? -me pregunta Crystal.
-Emoción. Emoción al haber encontrado a mi amor adolescente.
-¿Qué? -preguntan las dos extrañadas.
-Vamos a un bar y os lo cuento.
Nos sentamos en una terraza y les comienzo a contar.

Flashback.

Camino por los pasillos del instituto con miedo, a saber que se les habrá ocurrido hacerme hoy.
-¡Eh cuatro ojos, para!
Ignoro ese comentario y sigo andando hacia mi clase de biología.
-¡Te he llamado orejas de dumbo, que pares!
Sigue tu camino, Alba, pasa de ellos.
-He dicho que pares, frente aeropuerto.
Fernando Palomar se para enfrente mío. Mientras, su gran ejército de adolescentes malvados me acorrala en la pared.
-Tengo clase, debo irme.
-Tú no te vas a ningún sitio, querida. 
-¡Ei! ¿Qué pasa aquí? -de repente, entra en el círculo el chico más guapo y perfecto del instituto, Hugo Ramírez.- Ei, Alba Calva ¿Qué tienes de almuerzo?- dice mientras agarra mi mochila.- Mmmm... paté y manzana!- de imprevisto, se come mi bocadillo de paté y tira a la basura la manzana.- Uyuyuyy... ¿Ya no tienes comida? ¡Qué pena! ¿Pero sabes qué? Que me he quedado con hambre. Dame tu dinero.
-No tengo. -digo llorando todavía acorralada.- No tengo ni un céntimo.
-Eso no es verdad. -entra en en trapo Fernando Palomar.- te he visto antes comprarte un café. Ahora, o nos lo das, o te hacemos la vida imposible cara zombie.
Saco temblando el monedero ante la atenta mirada de todo el Instituto.

Puedo ver ojos temerosos, ojos preocupados, ojos riéndose, pero no veo ningún ojo con intención de ayudarme.

-Toma. 5€, todo lo que tengo. -le entrego las monedas a Hugo.- ahora, déjame marchar.
-Claro fea. Vete.
Y con todo el mundo mirando, salgo corriendo de ese corro de personas. Qué digo personas, monstruos. 

Entro en los baños y comienzo a llorar. ¿Qué he hecho para merecer esto? Todo el instituto se ríe de mí, y nadie hace nada para ayudarme. No se lo puedo decir a mis padres, porque me amenazaron con pegarle una paliza a mi hermano pequeño. No tengo otra escapatoria que sufrir de otra manera. Como siempre, comienzo a rascarme el brazo. Rasco y rasco hasta que la piel sangra. Duele, pero no más que el maltrato que recibo día a día. Esto es un infierno, pero peor es estar enamorada del que te hace sufrir, Hugo Ramírez.

Fin del flashback.

-¡Tía! -corriendo, mis amigas se avalanzan sobre mí al ver que corren lágrimas por mis mejillas.
-Nunca le he contado esta historia a nadie. Fue una época bastante dura.
-Te comprendemos, cielo. -dice Holland secándose los ojos.
-No me puedo imaginar cómo te podían hacer eso. Qué hijos de puta. ¡Solo teníais 15 años! De verdad que me parece una barbaridad. -continúa Crystal.
-Haremos una cosa. Hemos visto cuánto interés tenía ese bastardo en ti ¿No?
-ajá. -Crystal y yo afirmamos y escuchamos con atención lo que Holland dice.
-Pues vamos a cogerle ese corazón de piedra, y vamos a retorcérselo tan fuerte, que se quede sin sangre en las venas.
-¿Cómo lo haremos?
-Dejádmelo a mí. -dicho esto, la pelirroja sale hacia el coche.- ¿a qué esperáis?
-Tengo miedo. -confieso mientas avanzamos al vehículo.
-No te preocupes, tiene un plan. -me responde Crystal totalmente segura.

Gajes del oficio. {Dylan O'Brien}Where stories live. Discover now