-Está hablando con alguien y señalando hacia aquí- dijo Noe que, desde su barril, podía observar mejor.
-¿Qué?- pregunté enfadado pensando que nos quería traicionar.
-El muy canalla nos ha vendido- dijo Dwalin.
-Chicos aguantad la respiración- dijo Noe, no sabía que era lo que ocurría pero instintivamente le hice caso.
El pescado comenzó a caer sobre nosotros, ocultándonos ante los ojos de cualquier curioso.
Bardo se acercó al barril de Noe y susurro.
-Disculpe esto, pero es la única manera- dijo cortésmente.
-No importa- respondió Noe.
Tras unos minutos de travesía, los demás comenzaron a hacer ruidos de asco y Bardo los mandó callar.
-Silencio- dijo firme- nos acercamos al peaje.
Poco después, se escucharon unas voces.
-¡Alto, inspección!- gritó un hombre- papeles por favor, ah, eres Bardo.
-Hola Persi- dijo Bardo.
-¿Algo que declarar?- preguntó el hombre del peaje.
-Nada, tengo frio, estoy cansado y quiero irme a casa- dijo Bardo.
-Ya somos dos- escuché decir al hombre- ya está.
-No corras tanto- dijo otro hombre con la voz desagradable- revisa de barriles vacíos del reino del bosque, solo que, no están vacíos, ¿cierto Bardo?, si no recuerdo mal tienes licencia de barquero, no de pescador.
-Eso a ti no te importa- le plantó cara Bardo.
-Error- dijo el hombre- le importa al gobernador y por tanto me importa a mí.
-Vamos Alfrid, ten compasión la gente tiene que comer- le reclamó Bardo.
-Este pescado es ilegal- dijo Alfrid- vaciad los barriles por la borda.
-Ya le oís al canal- dijo otro hombre, era exasperante no poder ver absolutamente nada.
Los guardias se posicionaron junto a los barriles y comenzaron a inclinarlos haciendo que el pescado, poco apoco, callera al canal.
-La gente está pasando apuros, son tiempos difíciles- dijo Bardo tratando de disuadirles- la comida escasea.
-No es mi problema- dijo Alfrid.
-¿Y cuando la gente se entere de que el gobernador tira el pescado, cuando empiecen los motines, será entonces tu problema?- sentenció bardo.
-Parad- dijo Alfrid- siempre el defensor del pueblo, el protector del vulgo, puede que ahora estén de tu parte, ¿pero hasta cuándo?
-La compuerta- dijo Persi dejándonos vía libre para entrar en la ciudad.
-El gobernador recela de ti, harías bien en recordarlo, sabemos dónde vives- dijo Alfrid amenazando a Bardo.
-Es una ciudad pequeña, todos sabemos donde vivimos todos- dijo Bardo comenzando a adentrarse más en la ciudad.
Poco después, Bardo comenzó a vaciar los barriles en la cubierta del barco, me puse en pie y ví como Bardo ayudaba a Noe a salir del barril con suma delicadeza y ella le sonreía amablemente. Toda la compañía salió de los barriles, bajo la atenta mirada de un par de hombres que había en el muelle.
-No los has visto, no han estado aquí- dijo Bardo dándole una moneda de plata al anciano que amarraba el bote- puedes quedarte con el pescado.
Comenzó a avanzar sigilosamente entre las casas de madera y los canales de agua.
YOU ARE READING
Más valiosa que el oro
FanfictionUna versión del hobbit desde un punto de vista más femenino, acción, aventura y romance se unen para dar vida a esta magnifica historia la que me permito aportar un toque más femenino. Siempre me he preguntado ¿qué pasaría si Bilbo fuese una mujer...
El muy canalla nos ha vendido
Start from the beginning