The dream of the blood.

PRÓLOGO

Mi mente viajaba libre sobre mis pensamientos; era ligera, suave... una noción indescriptible comenzaba a invadir mi cuerpo.Aquel lugar era desconcertante, lo recuerdo bien; la oscuridad irrumpía la habitación sellada con una pequeña puerta de roble por la cual un rebelde hilo de luz se escabullía discreto a través del viejo picaporte, gastado y solo, no había sido tocado durante las últimas dos horas, eran las 6:17 de la tarde cuando lo tocaron por última vez, la pieza estaba llena de un tenue olor a rosas que embriagaba cada rincón, de hecho creo recordar que era una sola la que sobresalía entre aquel arreglo floral, aquel culpable de mi adicción, los recuerdos llegaban abrazando a mi corazón desconsolado, un indicio vago me había advertido lo que pasaría, sin embargo, no soy muy creyente del destino ni mucho menos de las creencias supersticiosas, no creo en la suposición de que las cosas pasan por algo en esta vida, bueno... Eso decía hasta aquel día, bloquear la fecha en la que esto sucedió fue elección de mi mente, o tal vez no,probablemente fue de "ella", aún no estoy completamente segura si lo que sucedió en ese lapso en coma fue real o simplemente un sueño, un sueño empalagoso y que, real o creación de mi empolvada imaginación logró reunirme con la persona que en la actualidad es por la que vivo día a día, pero de algo estoy segura, no he perdido la cordura, aún no lo he hecho, ¿Nunca han oído de otras dimensiones?, ¿Seres que cuidan de nuestra frágil existencia día y noche? ¿Han oído parlotear alguna vez voces en su cabeza? ¿Han tomado algunos segundos de su tiempo para plantarse frente a un espejo y hablar consigo mismo? O tal vez, ¿Alguna vez han creído viajar a otros lugares en sueños?, no se preocupe, lamento decirle que se mantiene cuerdo, la locura hubiese sido la mejor opción después de esta historia que inicia desde aquel lejano día en que nací, pero en realidad no se trata sobre relatar como aprendí a caminar o como la escasa atención y el excesivo cariño paterno me formó día con día, a decir verdad mi infancia tiene un lugar mínimo en mi memoria, diría con toda certeza que fue una etapa fría y hasta para algunos lectores podría parecer un tanto tétrica por la cantidad de insulsos momentos que la componen, por esta simple razón es que omitiré varias partes de mi desdichada infancia para después pasar a mi vivida pre-adolescencia, uno de los momentos más críticos en la vida de los padres y, más importante aún: del ser viviente que lo sufre. No recuerdo cuando comencé a tener contacto con "ella" , pero el inicio y la razón por la que ahora escribo esto, es para que el mundo se entere de lo que sucedió aquel día, cuando mi mente desfalleció, o al menos eso me hicieron creer...