Crush II » Calum Hood

19

—Quédate ahí. No te vayas.—le dije antes de cerrar la puerta.

Hice pipí y lavé mis manos. Abrí la puerta y Luke estaba apoyado en la pared con los ojos cerrados. Los abrió y comenzó a caminar hacia la habitación de nuevo.

Entramos y se acostó de nuevo en la cama volviéndose a dormir. Mi estómago gruñó y busqué comida con la mirada pero no distinguía. Tomé el celular de Michael y encendí la linterna.

—Brooklyn ¿qué estás haciendo? —me giré hacia atrás y Ashton me estaba viendo.

—Nada.—él me miró raro y se volvió a acostar.

Me encontré una bolsa con palomitas y cheetos y comencé a comer. Apagué la linterna y comencé a jugar otro juego. Me aburrí un rato después y se me ocurrió la brillante idea de molestar a los chicos.

Busqué en la mochila de Luke un marcador negro y me encontré con una pluma mía ¿cuándo me la robó? Se la dejé para una buena causa y tomé el marcador. Me acerqué a Calum ya que era el que tenía el sueño más pesado y le dibujé una nariz de perrito junto a unos pequeños bigotes. Espero que esto se borre.

Después fui con Ashton y dibujé una línea en sus ojos como si estuviera maquillado y delineé sus labios para después hacer un lunar cerca de ellos. A Luke y a Michael les dibujé sobre la punta de su nariz una pequeña rueda negra y después bigotes de gato. Se veían tan lindos. Les tomé foto con mi celular y escondí el marcador para que no me hicieran nada a mí.

El sueño comenzó a llegar a mí así que decidí ir a dormir. Miré la hora y eran las seis de la mañana. Joder, mañana me iba a estar muriendo de sueño.

Me acosté a lado de Luke y me quedé dormida rápidamente.

***

Sentí algo tocar mi rostro lentamente y abrí los ojos encontrándome con el rostro de los chicos.

Los aparté y en sus manos tenían marcadores. No...

—¿Por qué?—los miré mal.

—Tú nos hiciste esto.—dijo Luke señalando su rostro.

Reí.

—Pero si se ven tan bonitos.—apreté las mejillas de Calum.

—Sí, tu también. —rió Mike.

Me levanté y me miré en el espejo.

—¿Esto es bonito para ti?—lo miré mal y él asintió mientras se reían de mí.—¿Los...penes son bonitos para ti?

Todos soltaron una carcajada haciendo que yo también riera un poco.

—Los odio.—les dije.

Después todos fuimos al baño a lavarnos el rostro.

—¡Esto no se quita!—gruñí.

Luke rió y siguió lavando su cara. Después de muchos intentos por fin mi rostro estaba limpio pero también rojo.

Me acosté en la cama y cerré los ojos. Estaba cansada. Sentí como comenzaban a golpearme con almohadas y me quejé.

—¡Quiero dormir!

—¡No! Levántate de la cama, ya es tarde.

—Y tú no dejabas de molestar anoche. —dijo Michael.

Me senté en la cama y bufé.

—En serio los odio.—miré la hora y eran las diez de la mañana.

Después bajamos a desayunar y la mamá de Luke nos regañó al vernos.

—Ya sé que Brooklyn no durmió separada de ustedes.

Me puse nerviosa y sentí mi rostro ponerse caliente.

—Mamá, es una pijamada. No podíamos apartarla. —dijo Luke comiendo.

—Además, no hicimos nada malo.—habló Calum.—Aunque eso no es malo.—rió al igual que los chicos.

Su mamá rodó los ojos sonriendo y ya no dijo nada.

Antes de irnos Michael y yo, ayudamos a limpiar y después nos fuimos como a mediodía.

Los días pasaron y los chicos y yo éramos más unidos. Eso me gusta.

***

Escuché que tocaron la puerta de mi casa y caminé hacia ella. La abrí encontrándome con Calum.

—Calum, hola, ¿qué haces aquí?

Él sonrió y lo dejé pasar. Pasó su mano por su cabello y me miró.

—Brook, ésta va a ser la última vez que lo preguntaré, sé honesta.—mi corazón se aceleró y él me miraba fijamente.

—¿Qué cosa?—dije.

—¿Aún sigues sintiendo lo mismo?

Mierda. Esa maldita pregunta otra vez.

—¿Por qué lo preguntas?—pregunté despacio.

—Porque...—tomó aire y me volvió a mirar fijamente. —porque creo que yo comienzo a sentir algo...por ti.

Mi corazón se aceleró aún mucho más y sentí mi rostro caliente. Calum Hood ¿por qué te aferras a hacerme éste tipo de cosas?