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-¿Y a dónde vamos?-cerré la puerta de su auto.

-A comer, duh.-sonrió y me miró unos segundos.

Rodé los ojos y reí. Me recosté en el sillón y encendí la radio.

-¿Terminaron el proyecto que tenían de tarea?-pregunté para cortar ese silencio.

-Sí, o eso creo.-rió.

-¿Eso crees?

-Sí, es que casi no hice nada. Me moría de hambre y tenía sueño.

-No esperaba más viniendo de ti.-me burlé. Michael me miró con recelo y sonrió.

-¿Sabes qué me dijeron los chicos?-preguntó de pronto.

-No, ¿qué cosa?-lo miré, imaginando muchas cosas que Calum podría haber dicho de mí. Espero que malas no.

-Creían que habíamos tenido sexo...,y creen que tenemos algo.-rió.

Abrí mis ojos sorprendida y me senté bien en el sillón del auto.

-¿Y qué les dijiste? -lo miré fijamente mientras él miraba la carretera.

-Pues no lo negué, si es lo que querías saber.-se encogió de hombros.

-¡Michael!-lo golpeé en el hombro levemente. -¿Por qué hiciste eso?

-¿Qué tiene de malo?-me miró rápidamente y después volvió a ver hacia enfrente.-No les debe de importar eso, y menos a Calum.

Tiene razón.

-Pues sí...-reí.-¿Qué quisiste decir con que creen que tenemos algo?

-Pues una relación, ya sabes.-se encogió de hombros.

Asentí. ¿Qué pensará Calum de mí ahora? o ¿qué pensarán los chicos de mí?

-¿Luke está enojado conmigo o me odia?-pregunté de pronto haciendo que me mirara por unos segundos.

-¿Por qué preguntas eso?-frunció el ceño.

-No lo sé, parece que me odia.

Michael rió y negó.

-Claro que no. Luke espera que estés bien con él como lo estamos tú y yo ahora.

-Oh... A mí igual.-sonreí.

-¿En serio?-asentí aún cuando no estaba mirándome. -Que bien, se lo diré.

Reí.

Michael estacionó el auto fuera de lo que parecía un mini restaurante. No era lujoso ni nada de eso. Se veía cómodo.

-Bien, vamos. Baja.-me dio un leve golpecito en mi pierna y bajó del auto.

Abrí la puerta y salí. Acomodé mi chaqueta negra mientras Michael me esperaba. Caminé a su lado y él rodeó mis hombros con su brazo derecho.

-Ya verás que te gustarán mucho las hamburguesas que hacen aquí. -me dijo.

Entramos y nos sentamos en una mesa. Una señora se acercó a nosotros y nos ofreció los menús pero Michael los rechazó pidiendo una hamburguesa para cada uno. Él pidió un té helado y yo un refresco.

Hablamos un poco hasta que nos trajeron la comida.

La verdad es que se veían deliciosas. Tomé mi hamburguesa y le di un mordisco. Estaba deliciosa.

-¿Verdad que está buena?-habló Mike.

Asentí.-Está deliciosa.

Michael mordió la suya y comencé a reír.

Crush II » Calum HoodWhere stories live. Discover now