AMOR DE DISCOTECA ♥

Capítulo 40: ¿Quién es él?

Antes de empezar con el cap, quiero dar a conocer dos cosas:

♦¿Por qué no publiqué caps? Estuve de viaje dias antes y además de que en la semana pasada no tuve internet dos días y medio. Qué sad :c ¡No me regañen!

♦Pero aquí estoy, con un nuevo horario para subir caps. Sí, ya entré a la escuela y ahora es más difícil subir, pero ya tengo los días que más me acomodan, como sabrán, anteriormente, en vacaciones no tenía días fijos de subir, pero ahora lo he pensado y serán: lunes y viernes.♥

¡Ahora sí, empezamos!

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Y entonces estábamos allí...afuera de esa enorme casa; con exóticas flores decorando el jardín y éste era un césped frondoso, verde y fresco. Era perceptible que mantenían en extremado cuidado esta casa. 

Tragué saliva y traté de no pensar en retractarme por esta loca idea. Comenzamos a caminar los cuatro hasta llegar a esa enorme puerta color rojo carmín. Suspiré y coloqué un mechón de cabello por la parte de atrás de mi oreja, dispuesta a enfrentar uno de mis mayores retos por el momento. Michael acarició mi espalda, esbozando una tierna sonrisa, su rostro reflejaba algo así como: "Cuando tú decidas". 

No esperé más y toqué el timbre, colocado a un lado de la puerta. Escuché la voz de una señora gritando "Ya voy" con tono apresurado. Tomé la mano de Sarah y la estrujé fuertemente. Sólo esperaba que todo saliera bien. Giraron la perilla y la puerta rechinó levemente. Una señora con ligeras arrugas en su rostro, vestimenta doméstica y noble sonrisa apareció allí. La reconocí al instante; era Mildret, la ama de llaves que se encargó de la casa desde que mi mamá aún no se venía a Francia; ahora en ella se dibujaban unas líneas de expresión mayormente marcadas que antes; qué increíble tenerla por acá.

Entrecerró sus ojos, tratando de reconocerme. 

—¿Brooke?— Espetó ella. Su voz noble y suave me hizo sonreír. Asentí con la cabeza entusiasmada y ella reflejó en su rostro un gesto de sorpresa y alegría al verme. La abracé fuerte a lo que ella rió, emocionada.

—Eras una jovencita cuando te vi por última vez. Es una dicha que estés por acá. ¡Mírate cuánto has crecido!— Exclamó separándose de mí. También estoy muy feliz de verte, Mildret— Dije colocando mis manos en sus brazos.

De manera recíproca reconoció a las chicas, ellas la saludaron con ese mismo entusiasmo por volver a verla. Su boca formó una gran 'o' al ver a Michael.

—¿Y quién es este muchacho tan fornido, Brooki?— Me preguntó, ella estaba tocando los brazos de Mike, a lo que él rió risueño. 

—Te presento a mi novio Michael, Mildret— Respondí sonriendo, pero ella se adelantó y lo abrazó, él correspondió a su gesto. Entró apresurada a la casa y gritó:—Señora, ¡tiene visitas!—. Nos volvió  a mirar entusiasmada, pronto nos invitó a pasar. Observé todo a mi alrededor, evidentemente la casa gritaba a súplicas la palabra "lujosa". Era la descripción más adecuada para este lugar acogedor pero ambicioso. Cuadros enmarcados con detalles dorados; desde pinturas de dioses griegos hasta alebrijes inimaginables plasmados como viles obras de arte..., una decoración excéntrica podría decir, pero...¡Mi madre siempre fue así! No era de esperarse un cambio.

De repente, los tacones de una mujer se escucharon por las escaleras, rápido me levanté del sofá, y esperé a que la silueta de la misteriosa mujer fuera más que eso.