Capítulo 19: Carta de mamá.

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-¡DESPIERTA, BROOKE!- Un almohada impactó en mi cabeza y de inmediato desperté. Fue Sarah quién había gritado. Mis ojos se abrieron de manera tosca y me levanté de la cama. Nos habíamos quedado viendo películas hasta la madrugada y jugando twister. Layla llevó whisky y la cruda le había pegado fuerte, así que cuando volteé a verla, estaba profundamente dormida.

-¡Shhh, Sarah! La vas a despertar- Exclamé susurrándole a Sarah. Ella solo me miró divertida y cuando caminé alrededor de la cama, pegué un grito del susto ya que vi a un chico sin camisa en el suelo, dormido también, miré de inmediato a Sarah y ella rió. -¿Qué pasa, Brooke?- Dijo en su parecer, confundida.

-¿Qué hace este chico aquí? No me digas que...¿Me puse borracha?-Dije colocando las manos en mi cabeza, tratando de recordar qué había pasado. -Pfff, ¡no, tu no! Solo Layla, ¡tranquila!-
Dijo Sarah incrédula. -Entonces...¿el chico se aco...?-Dije susurrando y Sarah asentía con la cabeza. -¿En qué momento?- Dije sin entender del todo qué pasaba.

-Cuando te quedaste dormida-Dijo Sarah cruzándose de brazos. -¿Qué clase de amiga trae a chicos cuando era noche de chicas? Y además, ¡se emborracha!-Dije mientras quitaba las cobijas de la cama.

Quité la sábana que cubría el cuerpo de Layla y ella se despertó soñolienta. -Ahhh, ¿qué? ¿Quién prendió la luz?- Layla buscaba las cobijas, pero no logró encontrarlas.

-Lo siento amiga, tienes que irte, hoy voy a trabajar- Dije susurrándole cerca de su oído a la vez que trataba de cargarla.

Sarah había bajado a la sala y vi que estaba recogiendo sus cosas. ¡Dios! Esta mujer pesa horrores, la bajé con cuidado por las escaleras y de momento a otro, decía incoherencias a causa del alcohol. La acomodé en el sillón, Sarah se encargó de cuidar a Layla mientras que yo iba por el chico atractivo de mi habitación.

Unos minutos más tarde me despedí de Sarah, y le di una pastilla para el dolor de cabeza que probablemente se le presentaría a Layla. Saqué al chico y por fin, habría tranquilidad en casa. Azoté la puerta y me deslicé en ella hacia el suelo. Suspiré y me levanté para darme una ducha con plantas medicinales y rosas.

(...)

Preparé el baño y coloqué pétalos de rosas y plantas como hierbabuena, menta, etc. El jacuzzi estaba listo. Me quité lo que traía puesto y me introduje en el agua espumosa. El ambiente era totalmente relajante, así que me dejé llevar mientras movía mis brazos creando leves olas en el agua. Tenía un jugo de naranja cerca y bebí un poco. Inhalaba el exquisito olor de rosas que cautivaban mi olfato, debí hacer esto más seguido.

Pasó alrededor de una hora y yo salí del jacuzzi, me sequé el cuerpo con una toalla y ésta la coloqué arriba de mi busto. Cuando de repente, alguien abre la puerta del baño y yo grito asustada.

-¡Brooke! Lo siento- Dijo William saliéndose del baño de manera veloz. Me puse una bata de seda y salí de ahí. El se sentó en la cama y yo me senté a su lado. -Lo siento, no quería entrar en tu privacidad ni asustarte- Dijo Will agachando la cabeza. -No, no te preocupes, está bien, sé que no fue tu intención, pero el susto no me lo quitas- Dije riendo y colocando una mano en su espalda.

-Bien. Vine a traerte esto- Dijo sacando un pequeño sobre de su saco color café. -Ten, esto es para ti- Dijo extendiendo su brazo, vi el curioso sobre y éste tenía un pequeño sello justo en la abertura. -No sabía que eras cartero también- Dije divertida y él rió ante mi comentario.

No tenía remitente ni destinatario, sólo el sello. Lo observé de un lado a otro buscando ver de quién era, pero no lo contenía. Me pareció tan extraño.

-¿Y ésto?- Dije muy confundida. -La persona que me lo dió me dijo que era urgente dártelo- El metió sus manos en los bolsillos, mirándome. -¿Quién te lo dio?-Me levanté y lo miré fijamente.

AMOR DE DISCOTECA ♥ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora