Coffee: Capítulo 7

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El beso aumentaba de tono, provocando una excitación de los dos, las manos del pelicafé se posaron en la cadera del moreno, haciendo el beso en uno mas salvaje y desesperado. Las posiciones cambiaron, el mayor sobre el menor sin dejar caer su peso, no quería aplastarlo. Los besos bajaron hasta el cuello, succionando y mordiendo formando un camino de mordiscos y marcas en ese cuello moreno de Nicolás.
Los besos y las respiraciones de parte de ambos aumentaban, al igual que sus ganas de perder toda esa excitación en la cama, viendo que estaba funcionando de maravilla, Nicolás rodea sus brazos en el cuello del alto presionando más a Jaime para que siguiera pero mas fuerte. Los ojos del blanco brillaron en la oscuridad de una forma que le encantaron ese brillito al bajo.

Los dos reaccionaron al enfrentarse con la luz de la sala, la que de repente iluminó afuera.— mi mamá... —dijo algo asustado y se recostó en la cama, para luego taparse y hacerse el dormido.— finje dormir Nico.

El nombrado, obedientemente, hizo la petición de su alto, dándole la espalda a la entrada de la habitación. La puerta de madera se abrió mostrando a una silueta de sombra de la luz de la sala.

¿Jaime? —la voz femenina acudió en los oídos de los dos jóvenes.

¿Mhh?.. —un "quejido" se escuchó, el nombrado se dio vuelta mirando a su madre a los ojos.— ¿qué pasa?...

¿Tienes a un amigo en tu cama? —unos crujidos en la dura madera vieja rechinaron en la habitación. Pero eso no fue lo único, una mano fina se depositó en el cabello liso de Nicolás, dándole un cariño agradable.

Si.. No te quise despertar ya que te veías demasiado cansada —dijo mirando la acción que la mujer hacía. Le ponía celoso por dentro pero era su madre, era un cariño para su pasivo.

No importa... —la suave voz se fue de las cuatro paredes, cerrando la puerta.— ¡no quiero ruidos extraños!.

Si si —dice Jaime riendo y mira a Nicolás. Esos ojos azabaches eran perfectos, demasiado perfectos.

— ♣ —

Anne no lo hagas —dijo el morenazo recogiendo los servicios.— yo lo atenderé.

No, entiende, es mi turno —dijo enojada y fue a atender a Jaime con la intención de conquistarlo.

«Me lo va a robar» —pensaba el pelinegro preocupado por perder a su mayor a todas costas.

¿~Qué va a querer señor Navarro~? —dijo Anne sonriendole al pelicafé. Su intenciones no eran de las buenas que digamos...

Si, un café batido por favor —dijo el cliente mirando de pies a cabeza a la "camarera". No le gustaba mucho la forma atrevida que vestía la chica.

De inmediato —dijo y pidió la orden en la barra, el moreno no había soportado tanto sus celos, que hasta miraba mal a su activo desde la distancia.

~Aquí tiene~ —dijo sonriente la muchacha entregándole la taza al pelimarrón, que ya cedía a succionar su líquido energético.

Los minutos pasaron lentos para Nicolás, no soportaba la forma de cómo Anne le coqueteaba a Jaime, su amor. Si se lo arrebataba de las manos, la mataría a sangre fría.

¿Estai' bien Nico? —preguntaba su mejor amiga y compañera de trabajo, Lorena, la única que le comprendía.— te noto enojado.

⇢ 𝑪𝒐𝒇𝒇𝒆𝒆 ;;〔  𝐽𝑎𝑖𝑛𝑖𝑐𝑜 𝑨𝑼 〕Where stories live. Discover now