Coffee: Capítulo 6

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¿C-como que clase de cosa quieres de mi? —dijo algo incómodo de que su morenazo se acercara demasiado con una mirada coqueta, muy coqueta.

Como... —se acerca más él hasta tenerlo sin salida. Momento perfecto para algo descabellado o romántico, pero el moreno quería algo más.— algo como... —rápidamente el pelinegro le toma de la oreja al alto, dándole un dolor algo soportable para su gruñón.— ¡y te la creiste caliente de mierda!.

¿Ah? —dijo el mayor confundido fijando su vista en su Nicolás quien le suelta la oreja y se cruza de brazos.— no me estaba calentando maricón.

¿Entonces no te caliento? —dijo el azabache provocando que su castaño se confundiera con la actitud de Nicolás.

No es eso si no que... ¡Ahg! —dijo exclamando el grande y coloca sus manos en los hombros del enano.— sólo que... T-tú algunas veces me haces es sentir nervioso, es inevitable...

Eso hizo ruborizar al moreno el cual estaba ya algo lejos del blancucho. No sabía el por qué se alejó así tan repentinamente, ¿le daba miedo? ¿lo hizo para ocultar su sonrojo?... ¿o es para hacerle creer que él también lo quiere?.

¿Por qué te alejas? —dijo el pelimarrón y el menor sólo se limita a tartamudear cosas que el mayor no alcanzaba a escuchar.

P-por nada... Nada nada nada —dijo el moreno rojo como un tomate hasta las orejas morenazas. A pesar de que el bajo se hacía el fuerte, sus nervios de estar al lado de Jaime no cambiaban ni disminuían... Aumentaban.— S... Sh... ¡Shuu! Ahhg.

¿Estás enfermo? ¿necesitas alguna sopa? —dijo Navarro haciendo un movimiento raro, mirando de todos los ángulos a Nicolás, sea cenital, frontal, picado, contra picado, entre otros. Le encantaba actuar delante de su pasivo.

¿¡Q-que haces!? —dijo extrañado el pequeño gigante. Pequeño por su estatura y gigante por su esfuerzo en todo y finalmente lo consigue. Pero eso lo veremos, cuando lleguemos al final de ésta historia.

No lo sé, me encantas, es simple —dijo Jaime subiendo y bajando sus hombros como si nada, haciendo que Nicolás se sonrojara y mirara a otro lado.

Que idiota —dijo el azabache suspirando rendido y coloca su mano en el hombro del alto, era su barbón... Algo barbón ya que su amigo Edgar era más barbudo.— pero aún así te quiero.

Chaaa, y mi "te amo" —dijo el pelicafé haciendo una mueca rara y le toma de la mano con suavidad o ternura.— dímelo con un besito —apunta sus labios carnosos con deseo y mira a Nicolás el cual lo miraba con rareza.

Muy cursi tu petición weon —dijo Nicolás frunciendo sus cejas, los ojos y nariz, las cuales se notaban enojadas por lo emitido de su Navarro.

No lo es... —acerca sus labios a su morenazo, pero éste coloca su dedo en los labios blandos y frágiles de Jaime.— pucha, cariño.

El pequeño coloca su mano en su cintura y lo mira con los ojos entrecerrados, como si lo estuviera desafiando.— nada de que "pucha cariño"... Aún no olvido que me golpeaste aquella vez... —un nudo en su garganta se formaba lentamente y se aferraba a la faringe, se sentía como si volviera a llorar por eso. Bueno, eso hizo Nicolás y Jaime por las noches de no estar juntos por lo sucedido.

Olvida eso —el acto tierno de Jaime hizo que el pelinegro se sintiera mejor, zafándose de nudito en su interior. Había juntado su frente con la del moreno para luego depositar un pequeño beso en la nariz del menor.

⇢ 𝑪𝒐𝒇𝒇𝒆𝒆 ;;〔  𝐽𝑎𝑖𝑛𝑖𝑐𝑜 𝑨𝑼 〕Where stories live. Discover now