Coffee: Capítulo 1

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Contratado—dijo la señora con un sello en sus manos y lo puso en el papel de Nicolás, el único hombre que se esforzó para entrar en la cafetería Sweet Day.

¿¡E-en serio!?—dijo el moreno emocionando, mostrando su rostro con una mueca de felicidad.

Claro, mañana empiezas a trabajar, bienvenido a Sweet Day—dijo sonriéndole y le estrechó la mano, las sonrisas estaban presente en los dos rostros, ambos estaban contentos con el resultado.

Nicolás salió de la cafetería de color crema, su sonrisa estaba pegada en su rostro orgulloso. Su primer trabajo el cual pagaban bien y era liviano. Sus pies empezaron a caminar por si solos, el dueño de las piernas no hacía nada al respecto, él estaba demasiado feliz para ponerle atención al camino.

El semáforo mostró rojo, para que las personas pararan por completo su paso y que esperaran hasta que se les dejara caminar, pero Nicolás iba tan concentrado que no se dio cuenta de aquella advertencia, pero por suerte sólo una persona lo detuvo.

Cuidado por donde pisas—dijo una voz masculina suave, su amabilidad quitó al moreno de su mente y lo miró atentamente.

P-perdón, estaba despistado—dijo Nicolás algo avergonzado por no darse cuenta de que casi muere y de no ser por el hombre que lo ayudó ya estaría muerto o agonizando.

El chico mostró una sonrisa hermosa y se la regaló al pelinegro. Esos rulos de un color castaño o marrón, sus ojos de igual color, y su esponjosa barba ya "cautivaban" a Nicolás con tan sólo ver cada detalle del héroe que lo salvó de una inesperada muerte.

¿C-cómo te llamas?—dijo el más bajo agradecido por el acto que el ruliento hizo.

Edgar—dijo respondiendo a la duda del moreno. Aquel emisor de ese no muy conocido nombre le provocó una sonrisa desde adentro al azabache.

N-no sé como agradecerte por salvarme—dijo Nicolás sonriendo como idiota, era su día, empezó levantándose con el pie derecho.

No agradezcas... No quería ver a una persona atropellada—dijo Edgar, quien todavía mostraba una sonrisa de oreja a oreja.—me tengo que ir, me espera una reunión, fue un gusto conocerte ehm...—dijo dudando, no sabía el nombre del más pequeño.

Nicolás—dijo el dueño del nombre, sonriendo cálidamente.

Nicolás... Nos vemos en otra ocasión si eso quiere el destino—dijo Edgar, despidiéndose de Nicolás y se fue a donde su destino.

—♣—

"Creb creb creb creb".

Ese sonido molesto impactó en la audición de Nicolás, el cual le avisaba de que tenía que ir a su nuevo trabajo, levanta con flojera su mano y trataba de apagar el despertado, definitivamente no le funcionó.

¡Ahg, apagate mierda!—dijo el moreno molesto y de inmediato lo desactivó para quitar ese horroroso sonido que los oídos.

Adormilado, se tapó su cuerpo otra vez sólo para sentir esa calidez y temperatura templada en su cama. Sus ojos se volvieron a cerrar para volver a sentir como que quedaba dormido, sentir que su cuerpo se livianaba y sus pensamientos se relajaban, pero no pudo sentirlo, la emoción de ir a su trabajo el primer día lo emocionaba demasiado.

Se levanta estirándose despertando sus muslos y sus neuronas, se va al baño para meterse en la ducha. Al girar el grifo el agua salió tibia pero luego subió su temperatura, haciendo que el moreno se quejara y se alejara de las gotas que pasaban a chorros, su mano se acercó al grifo para moderarla y pudo hacerlo, haciéndolo sonreír.

⇢ 𝑪𝒐𝒇𝒇𝒆𝒆 ;;〔  𝐽𝑎𝑖𝑛𝑖𝑐𝑜 𝑨𝑼 〕Où les histoires vivent. Découvrez maintenant