Dos chicos diferentes ¿Pueden enamorarse? Sí. Dos chicos enamorados y separados ¿Pueden reencontrarse?...
*Ficción/romance/humor
*Si les gusta no olviden votar😬
*Prohibida su copia y/o adaptación.
BWOO forever💕😭
Era sábado por la mañana y un cálido sol les acompañaba.
Matthew llevaba puesto un gorro negro con una chaqueta que decía en ella ''Los Angeles''. JiWoo tenía un moño a medio hacer y unas gafas redondas. Ambos chicos se encontraban parados fuera del gimnasio sin cruzar palabra alguna mientras esperaban a su destacado presidente de curso quien vendría a darles las instrucciones.
-Igual que antes. Sacan los útiles de aseo, limpian y luego los guardan.- KyungSoo los miraba como un asesino.
-¿Estás de broma man? ¿Tendremos que limpiar el gimnasio solos? – Matthew miraba al más bajo con cara de pocos amigos.
-Claro que no idiota, a ustedes sólo les toca la habitación del fondo- KyungSoo arrojó una llave al pecho de Matt y se marchó.
El gimnasio del colegio se encontraba al final de las canchas, limitaba con el grueso muro de concreto que separaba a los alumnos de su libertad. Al entrar en éste JiWoo y Matthew notaron que al final había una pequeña puerta de metal que se encontraba semiabierta, ambos se dirigieron a ella mas que seguros que ese sería el lugar que debían limpiar. Matthew se agachó debido a que su alta contextura no le permitía entrar de pie, para JiWoo no fue problema quien hizo ingreso cómodamente cerrando la puerta tras ella, el lugar estaba algo oscuro y lleno de pelotas y colchonetas que seguramente eran las que utilizaban para sus clases, si bien no parecía del todo resplandeciente ambos chicos podían asegurar que ese cuartucho no necesitaba una limpieza, dudosamente los balones y colchones reclamarían por el polvo, además estaba demasiado pequeño y estrecho, Matthew nisiquiera podía pararse completamente derecho estando ahí dentro.
-JiWoo, cerca de tu mano hay un interruptor, seguramente es la luz, enciéndela-
La chica hizo caso y al instante una estropeada ampolleta colgada en medio del lugar les alumbró. No era mucho lo que podían hacer allí mas que barrer y acomodar las cosas, seguramente no les tomaría mas de quince minutos terminarlo.
-Iré por una escoba- decía JiWoo mientras giraba la manilla de la puerta.
-Ok, trataré de acomodar las colchonetas- le respondió el chico.
-Matthew ¿me prestas la llave?- se giró la pelirosa.
-Claro- arrojando la llave a las manos de la chica.
-¡Por los rrrremil changos! Porqué esta llave no sirve- la voz de JiWoo comenzaba a desesperarse, en cuanto Matthew la oyó fue hacia ella para tirar la puerta en su lugar, pero sólo logró quedar con una llave partida a la mitad y una manilla de puerta entre sus manos.
Ambos chicos estaban encerrados.
El alto intentó derribarla pero debido a que estaba medio agachado ahí dentro y la puerta era de metal no pudo hacer mucho. La chica intentó gritar, pero un sábado por la mañana al fondo del gimnasio dudosamente alguien le escucharía.
Al cabo de dos horas ambos se encontraban rendidos tirados sobre unas viejas colchonetas.
-Al menos esta vez tenemos luz- dijo Matthew mientras miraba la fea ampolleta que colgaba del techo. JiWoo seguía levantando su celular para ver si este captaba alguna señal. Pero todos sus intentos eran fallidos.
-No puedo creerlo, eres como un imán de desgracias poste- soltaba ella mientras miraba el techo.
-Al llegar la noche se darán cuenta que no estamos en nuestros dormitorios y saldrán a buscarnos pelirosa- el chico la miró con una gran sonrisa y volvió a recostarse en la vieja colchoneta. Al menos él parecía cómodo.
En medio del abrumador silencio Matthew decidió hablar y pidió disculpas a JiWoo por aquel asqueroso chicle que había pegado en sus manos el día que se conocieron excusándose de haber perdido una apuesta con sus amigos. JiWoo no se quedó atrás pues también pidió disculpas por haber metido la camisa del chico en el retrete, a lo que Matthew se sorprendió pues no lo sabía. Entre conversas, risas y sonidos de tripas hambrientas las horas comenzaron a pasar.
-¿Por qué estás aquí?- preguntó tímidamente la chica.
-Pues verás, me castigaron y Gong Yoo me envió a limpiar luego mi torpe compañera pelirosa nos dejó encerrados- esbozando risitas.
-No me refiero a eso ridículo, ya sabes... qué haces aquí, en este internado.- soltó la muchacha.
-Ah, ya sabes... padres que trabajan mucho, al igual que todos- La respuesta del chico parecía no ser sincera.
JiWoo sólo asintió.
-Tomaré una Selfie, si nunca me encuentran al menos sabrán que morí guapo- el chico sacó su celular y lo puso frente a su rostro mientras JiWoo lo miraba con cara de desconcierto.
-¿Tu celular tampoco tiene señal?- preguntó la chica.
-mmm... no- respondió el alto guardando su celular de inmediato.
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Al cabo de un rato unas risas comenzaron a oírse, parecía que alguien acababa de entrar al vacío gimnasio, apenas lo oyó JiWoo comenzó a gritar esperando ser escuchada, la respuesta fue positiva pues a los pocos segundos un despeinado BaekHyun y una casi crespa peliroja les habrían la puerta. Sorprendentemente les había resultado muy fácil tirarla desde afuera.
-¿Matthew? ¿JiWoo?- Baek preguntaba sorprendido con una sonrisa picarona en sus labios.
-No te estés imaginando cosas manos de princesa- respondió JiWoo.
Al salir del cuartucho ambos chicos explicaron a BaekHyun y su novia lo que había pasado rogándoles que guardasen el secreto, pues no querían ser víctimas de malos entendidos. Baek les escuchó con atención mientras posaba sus dedos en las ondas del cabello de su chica prometiendo ser discreto.
JiWoo y Matthew salieron del lugar en busca de Gong Yoo para contar lo sucedido pero apenas entraron al colegio una alegre y hermosa muchacha se lanzó a los brazos de Matthew. Era su novia.
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* En multimedia está Gong Yoo el profe :3, si ese pobre hombre sigue haciendo clases a JiWoo y a Matt morirá de un infarto xd
*Querida Caro que me lees :D este cap es para ti xd :*
