"Escapando te encontré" Victuuri [Yuri On Ice]

Capítulo 27: Accidente

Ya está el capítulo nuevo  n.n Espero que no tenga tantas faltas de ortografía ya que siempre una que otra se me escapa, si llegan a notar esos horrores no duden en avisarme para arreglarlos. Ah, me da vergüenza  que me pase eso y agradezco las correcciones. En fin, espero que les guste el capítulo, otra vez lo que escribo no me convence y más el título, por eso tardé,  pero bueno, así soy yo :)

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Los ojos de Víctor brillaron al ver como Yuuri se avergonzaba y se esforzaba para darle su beso de buenos días, algo que se le hacía al peliplateado muy tierno. Sonrió al ver que al poco tiempo el pelinegro se armó de valor para acercarse lentamente al ruso, con demasiada lentitud para el mayor, quién sentía que todo sucedía en cámara lenta ¿Cómo podía ser que estaba tan emocionado por un simple beso en la mejilla? Él sabía que el menor no se atrevería a besarlo en los labios, aunque el ojiazul lo deseaba, ya que cuando anteriormente sus labios fueron acariciados suavemente por los del contrario en un pequeño impulso de parte del japonés, hizo que de verdad quisiera un beso con todas las letras y no un simple rose de sus bocas. Estaba más que claro que el peliplateado ni se veía venir lo que poco tiempo después iba a pasar y Yuuri no se esperaba que todo hubiera sido por culpa de sus nervios ante la aparición de su madre.

-Yuuri, Vichan, el desayuno ya está servido...- La voz de Hiroko se fue apagando hasta que ningún sonido salió en su garganta y solamente se quedó mirando con sorpresa la escena frente a ella.

¡Y qué escena era la que estaba viendo! Yuuri en un momento a otro por culpa de esas enredosas sabanas estaba arriba del ojiazul, todo por esa pérdida del equilibrio que hizo que sus labios se fueran juntados con los del ruso, terminando en un beso, en ese hermoso accidente. No era una suave caricia como la anterior, la caída había hecho que sus bocas se unieran de golpe, siendo hasta un poco doloroso, sin embargo eso no le importó a Víctor una vez que se dio cuenta de que el menor lo estaba besando. Entonces ignorando la presencia de la recién llegada y la tensión en el cuerpo del otro chico por el repentino beso, se apresuró una vez que vio cuando el nervioso pelinegro iba a separar sus labios de los suyos, aprovechando esa escaza distancia que el otro había hecho entre los dos, para besarlo de verdad. Sin embargo por poco eso no salió como había planeado ya que Yuuri volteó su cabeza para ver a Hiroko y solamente logró un simple beso en la mejilla del chico.

- ¡Mamá!- Gritó Yuuri, para después separarse de golpe del ojiazul y en ese mismo momento un fuerte sonrojo invadió su rostro por completo.

- Buenos días Hiroko- Dijo Víctor mientras sonreía, teniendo las mejillas sonrojadas y su corazón palpitando a mil.

- Oh- Rió mientras sus mejillas se coloreaban- Veo que se llevan muy bien- Sonrió cálidamente- Los esperamos para desayunar, traten de no entretenerse mucho y intenten no tardar en venir- Dijo Hiroko mientras miraba con ternura a ambos chicos.

Entonces así como llegó la señora Katsuki, se fue con toda la calma del mundo de la habitación, dejando atrás a un sonrojado Víctor y a su hijo con su intenso color rojo en sus mejillas y con ganas de desaparecer de cualquier forma, deseaba que la tierra lo tragase por ser visto por su madre en esa situación. Luego Yuuri suprimió un grito, para después envolverse con las mismas sábanas que habían causado que besara otra vez al ojiazul, estaba tan felizmente avergonzado y no se atrevía ver al ruso por lo sucedido y lo peor era que éste se había comportado como si no hubiera pasado nada ¿Cómo lo hacía? Él se sentía morir y el otro simplemente sonrió y habló con calma con la madre del pelinegro.

- Yuuri- Lo llamó y luego se sorprendió al notar que el menor se había tapado con las sábanas y en esos momentos era un bultito- ¿Yuuri?- Preguntó el peliplateado, para después reír.