CAPÍTULO 4

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NARRA RUTH

"¡¿Que qué de que!? ¿¡Me tenía que pasar por la novia de uno de los gemeliers!?" Miles de pensamientos recorrían mi mente.
A ver, estaba claro que iba a aceptar el trabajo (no tenía otra opción) pero no me imaginaba algo así.
Siempre había visto a estos dos cantantes (a pesar de lo bien que mi hermana me hablaba de ellos) como unos niños mimados a los les hacían todo y que no sabían lo que costaba luchar en la vida. (Por eso me caían mal).

La entrevista había sido corta y sencilla (creo que el hecho de que no fuese la primera que hacía, me daba puntos a mi favor).
Lo peor fue cuando me preguntaron: "¿Sabes actuar?"

Justo en ese momento me quedé en blanco. En mi vida había hecho algo así pero necesitaba el trabajo y respondí con un rotundo "Si". Después pensé: "espero no haberla cagado". Mis nervios empezaron a aumentar pero creo que los disimulé bastante bien.

La verdad, no es que me gustase este trabajo. Solo me había enamorado una vez en la vida y fue un auténtico error (mejor os ahorro esa historia) y sabía que fingir estar enamorada tal vez me llevaría a estarlo de verdad; pero también sabía una cosa, esta vez sería lo bastante fuerte.

-Antes de darle el trabajo, nos tendrá que demostrar que es capaz de realizarlo.- Me dijo el padre de Cat. (Aunque normalmente me trata de "tu", en la entrevista era ferente)

En ese momento supe que se iría todo al garete, estaba demasiado nerviosa para hacer algo bien.
Aunque, no sabía porque estaba tan nerviosa, he ido a muchas entrevistas de trabajo...

-No hace falta, creo que lo hará bien.- La voz de un chico, que se iba acercando poco a poco, se escuchó desde otra habitación.(He de decir, que me hizo un gran favor salvándome el culo)-Creo que en la entrevista ha demostrado que será buena.

La puerta se abrió dejando ver el rostro de uno de los Gemeliers (con una genialísima chaqueta de cuero). Supuse que era Daniel, ya que me habían contratado para él.

Él padre de Cat le miró sorprendido. Yo también.
¿Había estado espiando la entrevista? ¿Y porque había querido que me quedase con el puesto? ¿Por mi cuerpo? (No era la primera vez que alguien me quería por el físico) Le iba a dejar las cosas bien claras... (Tal vez sonase un poco dura, pero no quería arriesgarme).

-¿Seguro?- Le preguntó al chico.

Daniel asintió.

-Bueno,-siguió hablando el agente- supongo que en ese caso le daré el perfil y le explicaré todas las ventajas de este trabajo. Voy a por los papeles.

El padre de mi amiga salió y nos quedamos los dos solos.

-Que sepas que si estoy aquí es por necesidad,  no por gusto, ¿te queda claro? Así que después de salir juntos delante del público me olvidas, ¿vale?- Tal vez pensaréis que era una grosera, pero me negaba a sufrir más por un chico.

El me miró ¿desafiante?

-¿Y crees que yo hago esto también por gusto?- Añadió él, cosa que me sorprendió ya que me lo esperaba de otra manera.- Mira, si te he elegido a ti es porque has sido la primera en presentarte y no quiero marear a nadie más.

"Vaya". Pensé. " Que cortante "

En eso entró Sergio (así se llama el padre de Cat). Llevaba un buen mazo de papeles (muchos de ellos serían firmados por mi más tarde).
Empezó ha hablarme de mi perfil como novia de Daniel.
Tenía que hacer de "novia perfecta". Vestir siempre bien y con marcas caras (así que me podría ir olvidado de mis zapatillas viejas y mi cara sin maquillaje), también tenía que aparentar que mi vida había sido perfecta y sonreír siempre, comportarme como una "señorita", cumplir las normas, ser sana (adiós al tabaco y al alcohol) y todas esas mierdas que os podéis imaginar.
En resumen, tenía que ser lo contrario a lo que soy ahora. Genial. (Nótese la ironía).

El trabajo estaba bien pagado, y me proporcionaban toda la ropa y accesorios que quisiera.

-¿Cuando empiezo?- Pregunté.
-Ya.- Contestó Sergio.
-¿¡Ya!?
-¿Acaso no quieres el trabajo?
-No, no, no... Vale, empezaremos ya.

Escuché a Daniel riéndose por lo bajo y le solté una mirada "asesina".

Me habían dicho que era urgente encontrar a alguien para este puesto, pero no me esperaba que esto fuese inmediato.

A continuación me llevaron a una sala donde me dieron algunos retoques de maquillaje. Y me extendieron una agenda con todos los días que tenía que trabajar. (No tenía descanso ya que tendría que ir con el a todos lados).

Y, otra desventaja, es que no podía decirle a nadie que me pagaban por esto.

Avisé a la madre de la amiga  de Silvia que si podía llevar a mi hermana a casa aunque yo no estuviera(Silvia sabe como apañárselas sola).

Después de miles de papeles más y otras cosas aburridas que os ahorraré, salí a la calla con Daniel.

Mi infierno había comenzado.

Contratada para Daniel OviedoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora