CAPÍTULO 1

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-¡Joder Ruth!- Gritó Mar.-¿De otro? ¿Y ahora qué?
-No lo se Mar...-Respondí preocupada mientras le daba otra calada a mi cigarro.- Supongo que me volveré a pasar las tardes recorriendo negocios locales o empresas a ver si encuentro algo... Porque en otro sitio no creo que me acepten.

En estos tiempos no era fácil encontrar trabajo con estudios, imaginaos sin...
Y si, no tengo estudios. La ESO solo. La acabé y empecé a trabajar. No era lo que quería, pero si lo que debía.

-¿Quieres dinero?-Me ofreció mi amiga.
-No, Mar, no hace falta, gracias. Te preocupas demasiado por mi. Me apañaré con el dinero del paro y la paga de mi madre.

Ella me dio un abrazo de consuelo y me volvió a insistir en que le pidiera cualquier cosa si la necesitaba.
Después le di una última calada a mi cigarro, con la que casi quemo la chaqueta de segunda mano de cuero falso que llevaba puesta. Tal vez suena a baratija, pero adoro esa chaqueta.

Después miré la hora en el móvil.
Y no, tampoco me lo compré yo. Era un viejo móvil que me dio Mar, por eso lo llevo. No tengo dinero para comprar uno.

Un "mini relámpago" recorrió mi cuerpo. Llegaba tarde a por Silvia y si no me veía al salir del colegio se preocuparía por mi.
Enseguida me despedí de mi mejor amiga lo mejor y más rápido que pude y me fui corriendo a por mi hermana.

-¡Hola Tata!- Gritó contenta al verme.

Amaba a mi hermana. Sabía que nunca dejaría que le pasara nada.
También me encantaba su inocencia, la manera en la que sonreía y no se preocupaba por los problemas del mundo.
Hacia mucho tiempo que yo no sonreía así.

Le devolví en saludo de la manera más feliz que pude.

-¿¡Sabes que los Gemeliers van a venir a hacer un concierto aquí en Madrid!?-Me dijo entusiasmada.

Si, mi hermana pequeña era fan de esos dos. Tal vez penséis que 9 años son pocos para ser fan de algo, pero todas las de su clase estaban igual y yo no era quien para decirle en que Fandom debería estar a pesar de su edad.
Yo no era fan de esos cantantes, es más, a mi me gusta más el rock duro y el heavy. Pero a pesar de eso, sabía que preferiría que mi hermana fuese a un concierto de ellos antes de que yo fuera a alguno de los míos. Como ya he dicho, me encantaba su sonrisa y haría lo que fuese para que esa maravillosa curva nunca desapareciera de su cara.

-Ay cariño...-Dije apenada.- No puedo llevarte...
-Pero...-Dijo ella intentándome convencer- Pasado mañana es mi cumple, y este sería un buen regalo...

Me dolía tanto no poder hacerla feliz... Y más el día de su cumpleaños.

-Lo siento mucho Silvia.-Respondí.
-Pero todas mis amigas van a ir.-Añadió mientras su sonrisa iba disminuyendo.
-Al siguiente irás.
-Eso dijiste la última vez.

Una pequeña lágrima salió de mi ojo.
Me considero una persona fuerte pero  mi debilidad es ella. Pues es lo único que tengo...

No le respondí y me dispuse a abrir la puerta de nuestra casa.
No podía decirle algo que no me doliera...

Contratada para Daniel OviedoWhere stories live. Discover now