Me enamoré de un engreído

Capítulo 16

Esa sonrisa y esa ropa... era Lina.

—Ah, no debería de vernos ¿o si? Aunque creo que no le importaría, porque está con otra chica —Adrian hablaba como aquella vez que nos habíamos conocido, frío

—Adrian... -apenas y podía hablar —vámonos por favor

Adrian asintió.

—Como tú digas Princesa —me tomó de la mano y nos fuimos, a donde no lo sabía, pero con él estaba segura

Llegamos a mi casa.

—¿Quieres que te deje en tu balcón? —Adrian me miró sonriente

—Si, pero ¿puedes hacerlo sin transformarte?

—Quizá, nunca lo e intentado —dijo sonriente viendo el balcón —no se ve tan complicado —me miró con una traviesa sonrisa —¿lo intentamos?

Entorné los ojos.

—Si me dejas caer, te voy a castigar

—Vaya, por un momento pensé que terminarías conmigo, pero puedo aguantar cualquier castigo con tal de seguir a tu lado Princesa —se me acercó mucho y yo me sonrojé

Adrian sonrió y me cargó.

Saltó; y llegamos a mi balcón sin problema.

—Vaya —Adrian movió la cabeza para apartarse el cabello de la cara —eso a sido más fácil de lo que creí

—Si claro, dile eso a mi cara Adrian —mi cabello me estaba cubriendo toda la cara

—Ah, perdón —me bajó y me acomodé mi cabello en su lugar

Tikki salió de mi bolsa.

—Vaya, así que mis sospechas eran ciertas después de todo —Tikki miró de brazos cruzados a Adrian mientras hablaba —hola Adrian

—Ah, hola —Adrian saludó a Tikki con timidez —¿este en tu kwami? —Adrian señaló a Tikki y me vio a los ojos

—Si, se llama Tikki —apenas terminé de decir Tikki y una pequeña sombra negra salió de la camisa de Adrian

—¿Tikki? —preguntó el kwami de Adrian

—¿Plagg? —Tikki abrió mucho la boca y los ojos

—¿Se conocen? —preguntamos Adrian y yo al mismo tiempo viendo a los dos kwamis que estaban uno frente al otro viéndose y tratando de decir algo

—Ah... —Tikki trataba de explicarse —s-si —Tikki podría ser de color rojo, pero se le notaba que estaba sonrojada y mucho

Plagg también se sonrojó sin dejar de mirar a Tikki.

—Creí... —decía Plagg sin dejar de mirarla, pero acercándose a Tikki cada vez más —creí que nunca volvería a verte —Plagg tomó las pequeñas manos de Tikki en las suyas'—te extrañé mi amor

—¡¿Mi amor?! —Adrian y yo estábamos hablando al mismo tiempo, no tenía sentido, pero era muy gracioso, aunque ¿por qué Tikki no me había dicho nada sobre Plagg?

Tikki y Plagg parecían estar en otro planeta, porque o no nos estaban escuchando o lo estaban haciendo pero no les importaba nuestra sorpresa.

Adrian me tomó de la mano y me hizo una seña para que nos metiéramos a mi cuarto.

Asentí, tratando de calmarme, aunque nada de esto tenía sentido.

Cuando entramos a mi cuarto Adrian cerró la ventana y corrió la cortina.

Me senté en mi escritorio.

—Vaya, esto sí que no me lo esperaba —Adrian se recargó en la ventana con los ojos cerrados y las manos en sus bolsillos— nunca creí que Plagg pudiera estar enamorado, de algo que no fuera el queso

—Si, supongo que lo ocultaron muy bien todos estos años, aunque ella nunca me habló de Plagg

—Ya somos dos, Plagg nunca mencionó a Tikki... —Adrian abrió los ojos y me miró —aunque ahora tiene sentido lo de aquel día

—¿De qué hablas gatito? —le pregunté curiosa

—Ah, bueno... —se pasó la mano detrás de la cabeza —hace un año... Plagg me dijo que si yo no podía confesarle mi amor a Ladybug, que entonces estaba perdido, porque quien de verdad quiere a una persona se lo dice a la cara y sin titubear —Adrian se sonrojó ligeramente —y cuando le pregunté cómo es que sabía de esas cosas me dijo que ya tenía experiencia, claro que no le creía hasta ahora

Me reí un poco, porque no podía creer que Adrian de verdad hubiera tenido problemas para decirme que le gustaba.

—¿De qué te ríes? —preguntó Adrian viéndome confundido

Yo por más que quería no podía dejar de reírme.

Como tenía los ojos cerrados no me di cuenta cuando Adrian se separó de la ventana y se me acercaba.

Solo me di cuenta porque junto su nariz con la mía.

—¿Huh? —dejé de reírme de golpe y miré a Adrian a los ojos sorprendida y sonrojada

Me besó.

Ya no pensé en otra cosa, ni en Tikki, ni en Plagg, ni en Nathaniel con Lina, solo cerré mis ojos y me dejé llevar.