Capítulo 10

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Nath me miró confundido.

Los demás solo abrieron mucho la boca y gritaron de emoción.

Sentí que me tomaban de la mano y me jalaban fuera del salón.

—Oye que te... —cuando vi quien me jalaba, me callé

Me llevó hasta el baño de mujeres y me empujó adentro.

—Gra-gracias Adrian —dije tratando de recuperar el aire

—No digas nada, no quería estar cerca de chicos y chicas gritones —me miró serio, daba un poco de miedo

—Adrian ¿por qué eres tan frío? —lo miré a los ojos

Él se sorprendió ante mi pregunta, pero luego recuperó la compostura.

—No es nada en lo que tengas que ver tú, es solo que... —cerró la boca —no debería estar hablando contigo, ni una palabra sobre esto a nadie ¿entendido? —me miró molesto

Asentí. Bien Marinette, perfecta manera de hacer que este chico te odie aun más, ahora ¿qué sigue?

Podía parecer intimidante pero la verdad era que esa solo era una fachada, ¿qué estaba escondiendo?

—Bien, me voy de aquí, supongo que no habrá clases —salió del baño

Cuando supe que ya estaba muy lejos como para oírme hablé.

—Tikki, él está escondiendo algo —dije mirando la puerta del baño

—A buena hora te das cuenta Marinette —salió de mi bolsa —deberías irte a casa, antes de que todas las chicas te hagan preguntas

—Si, tienes razón, escóndete, tendré que salir corriendo —Tikki se metió en mi bolsa de nuevo

Asomé la cabeza y todos los chicos estaban alrededor de Nath haciéndole preguntas, salí corriendo y cuando llegué a la calle alguien gritó.

—¡Es Marinette Dupaing! —una chica que no conocía estaba señalándome

Voltee a ver la entrada de la escuela y todos venían como una avalancha sobre mi.

—Oh no —sentí que alguien me cargaba —¡Oye! —grité molesta y vi quien me cargaba

—Perdona Princesa pero creo que necesitas a alguien que te salve —dijo Chat, sonriéndome

Vio a la multitud y saltó al tejado de la casa donde antes vivía, ahora vivía más lejos.

Fue saltando de techo en techo sin mirar atrás, su cabello rubio se movía con el viento... no me di cuenta cuando, pero recosté mi cabeza en su pecho y cerré los ojos.

Oía su corazón palpitar a gran velocidad, pero no era por mi, era por la adrenalina, yo solo le gustaba cuando era Ladybug, no podría gustarle como Marinette.

Luego se detuvo.

—Llegamos Princesa —abrí los ojos

Estábamos en mi balcón.

—Ah... —me puse roja pensando en que Chat estaba cargándome como una verdadera Princesa y estábamos en el balcón en el que la noche anterior casi nos besábamos, me bajé de sus cómodos... es decir de sus brazos —gracias Chat —me alisé la playera mirando al suelo

—De nada Princesa, fue todo un placer —me guiñó un ojo

—Yo... de-debería entrar —traté de empujar mi ventana, pero no se abría —oh no —dije pegándome con una mano en la cabeza

—¿Qué pasa Princesa? —Chat me miró confundido

—Esta ventana solo se puede abrir desde adentro, mis padres no están y Lina se tomó el día libre

Chat se me quedó mirando raro.

—¿Tengo algo en la cara? —hablé confundida tratando de hacer una pequeña broma

—Ah no... e-es solo que... —se puso nervioso —perdón por lo de ayer —se volteó —no debí acercarme tanto, estuvo mal —por su tono de voz lo lamentaba de verdad

Sonreí y lo tomé del hombro, no sabía que estaba haciendo.

—No hiciste nada malo Chat —aún no se volteaba —para ser sincera a mí no me molestó en lo absoluto —se volteó a mirarme sorprendido y sonrojado —creo qué tal vez me sorprendió un poco pero nada más

—Pero no hay razón para que te sorprendas ¿o si? —yo lo solté y miré al suelo

—Hay muchas, no, más bien, muchísimas razones por las que me sorprendió —dije muy bajo para que apenas pudiera oírme —nadie me quiere por ser yo Chat, me quieren por qué mis padres son famosos, mi compromiso con Nath está arreglado, pero —lo miré a los ojos —yo no quiero casarme con el —las lágrimas se acumulaban en mis ojos

Me miró todavía más sorprendido y luego me tomó la cara.

—Si no quieres eso ¿entonces qué es lo que quieres? —habló limpiándome las lágrimas con una mano

Que interesante, hasta el momento nadie más que él me había preguntado que era lo que quería.

No me lo pensé dos veces, sólo lo hice.

Cerré los ojos y tomé su cara con mis manos para acercarlo a mi y terminar con la distancia que nos separaba.

Lo besé.

Me enamoré de un engreídoWhere stories live. Discover now